Contrarreloj, se espera la aprobación en el Concejo Deliberante para viabilizar el ambicioso proyecto.
Los inversores están. Y las ideas que resultarán del proyecto para cristalizar en realidad dos torres de 24 pisos en General Paz y Coronel Dorrego, también. Solo falta el visto bueno del Concejo Deliberante para que algunos concejales trabajen contrarreloj en la redacción de un convenio que habilite su construcción y que pueda aprobarse en la sesión de mañana.
“La economía es un electrocardiograma, no queremos que pase lo mismo que con el Polideportivo. Ni tampoco que estemos ocho meses de acá para allá”, manifestó el desarrollador del proyecto “Crono”, Pablo Rueda, quien se presentó en el CD a responder las consultas de los ediles interesados en la inversión de más de 25.000.000 de dólares. Lo hizo junto al arquitecto Nicolás Trellini.
El Código de Planeamiento Urbano no permite esa cantidad de pisos y la situación -de hecho histórica- hace que los concejales deban inevitablemente reacomodar el sistema de excepciones, planteando algún tipo de “jurisprudencia” para futuras propuestas.
La duda principal pasa por saber con cierta exactitud sobre la plusvalía del proyecto y qué le dejará a nuestra ciudad como beneficio.
La idea más significativa pasa por colaborar en la apertura de la avenida del Bicentenario, una importante conexión entre Ingeniero White y el centro de Bahía.
“Obviamente abriríamos el tramo que comprende el complejo. La idea es colaborar, no podemos hacer las siete cuadras de la avenida si no le agregamos un costo que dejará el metro cuadrado al precio de un metro cuadrado en Puerto Madero”, explicó Rueda, quien agregó: “No podemos castigar a Crono cargándole toda la infraestructura de un sector”.
El desarrollador entiende que una vez que esté el complejo la zona atraerá seguramente más inversiones. Lo mismo evaluaron los colegios de distintas especialidades cuando dieron el visto bueno para esta construcción, hace más de seis meses.
De todas formas, nadie -sí, nadie- sabe ni evaluó cuánto cuesta efectuar el tramo de avenida que Crono propone. Por eso las dudas y la “atada de manos” que algunos concejales entienden que sufren. Máxime cuando el secretario de Obras Públicas, Rubén Valerio, indicó la semana pasada que los trámites para la apertura de esa arteria en su totalidad “están muy verdes” y no parece que en un futuro cercano se vayan a destrabar.
“¿Sin poder tener la avenida, es viable el proyecto?”, se preguntaron varios ediles. A lo que se respondió que de alguna manera se suplirá esa carencia, aunque ya no sería el “proyecto deseado”.
Raúl Ayude, de Integración Ciudadana, planteó que “el mismo costo que tenga abrir la avenida” se aporte a una forma de ayudar a la ciudad en caso de que no sea posible.
Lo cierto es que se le pidió ahí mismo al oficialista Lisandro Ganuzza que se ponga a disposición para redactar el convenio y tratar de llegar a aprobarlo mañana.
Tanto Trellini como Rueda se mostraron abiertos a “negociar” la excepción siempre y cuando “el proyecto lo resista”.
En un cónclave
Varios de los ediles demostraron su interés en la idea
Uno por uno. De la reunión de más de una hora participaron Carlos Paoletti, Raúl Ayude y Marisa Pignatelli (IC), Lisandro Ganuzza (FR), Aloma Sartor (UCR), Manuel Mendoza (FAP), Gustavo Mandará (FPV-27 de Octubre), Soledad Espina, Santiago Mandolesi Burgos (FPV-PJ) y Martín Salaberry (FULT).
Comisión. Se planteó formar un grupo de trabajo para calcular la plusvalía luego de la aprobación del proyecto.
“Que la haga Vialidad”. Martín Salaberry criticó que “en un Estado óptimo, no tendríamos que estar hablando de que una empresa abra una avenida, ya que es un proyecto de Vialidad Nacional”.
2 torres de 24 pisos con departamentos y 180 cocheras tendrá “Crono”, que también recibirá consultorios médicos, oficinas y al menos 4 restaurantes.
Comentá la nota