Por alguna razón especial emparentada con fenómenos místicos que sólo acompaña a un puñado de futbolistas, hay quienes a lo largo de sus carreras podrían sintetizar el mejor guión de una película.

Yo le había dicho que él no podía bajar los brazos y ahora se le presenta la oportunidad más linda de su carrera.

Y como alguna vez le tocó a Martín Palermo jugando para el histórico rival, hoy Fernando Cavenaghi debe estar procesando sensaciones del corazón al cerebro y viceversa, pensando que la vida le ha dado ese no sé qué tan especial que lo hace diferente a todos, por méritos propios y por caprichos del destino, combinación que irremediablemente lleva a la creación de las leyendas.

"Él tiene que estar preparado, ya se lo dije hace un tiempo", remarcó Gallardo ante los periodistas, y fuera cual fuese el lugar en el que Cavenaghi escuchó esas palabras, es un hecho que no pudo evitar relamerse los labios pensando en lo que viene, en el marco imponente del Monumental que tantos goles suyos supo gritar. Y pidió uno más.

"Son diferentes características (a las de Mora). Fernando es otro tipo de jugador, que nos va a dar esa experiencia y esa cuota de gol. Todavía tiene ese olfato para definir todo lo que quede adentro del área. Claro que es de otras características, pero es la opción por la que me juego", concluyó el entrenador.

Las cosas, dicen, pasan por algo. ¡Toro viejo, nomás!