300 toneladas diarias de materiales reutilizables van a parar a la basura
De las 40 mil toneladas de residuos generados diariamente en domicilios, comercios y oficinas, unas 30 mil no tienen calificación de peligrosas, pero solo son recuperadas por cartoneros cerca de 10.000. Se estima que más del 21% de lo que se tira y no se recicla son envases. Los datos surgen del proyecto de ley presentado por la diputada Alcira Argumedo en septiembre pasado para crear un Sistema Nacional de Gestión de Envases, que hasta ahora no fue evaluado por las comisiones pertinentes.
En la Ciudad, según un informe que hicieron el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), se tiran por día junto a los residuos comunes 297,5 toneladas de materiales reciclables: papeles, cartones, plásticos, vidrios y metales que están limpios, secos y tienen un tamaño de más de seis centímetros, por lo que es razonable y factible su separación. Eso es el 8% del total de los desechos que generan los porteños por jornada.
La relación entre reciclables y basura total que genera cada barrio porteño no difiere demasiado. En total es un promedio del 7,9%, con un máximo del 8,5% en Palermo y un mínimo del 6% en Nueva Pompeya. Sin embargo, hay cinco que reciclan menos y, según el informe, son: Palermo (30 toneladas), Recoleta (26,6), Caballito (23), Belgrano (20) y Flores (19,5).
Por la ausencia de una ley de envases en Argentina, las tasas de reciclaje de plástico son muy bajas comparadas con las de otros países. En Alemania, donde rige una ley de “sistema de retorno” desde octubre de 2003, se alcanzó una tasa de reciclaje de envases del 98,5%; mientras que Dinamarca, que implementa una norma similar desde 1991, registra índices de reciclaje del 99,5% para botellas de cerveza y gaseosas y 99.5 para PET reutilizable.
En el país, mientras tanto, las tasas de reciclaje post-consumo de plástico, son del 24%, según la Cámara Argentina de Industrias Plásticas (CAIP). “Nos interesa que se trate una ley porque una gran cantidad envases saldrían de circulación, el fabricante se haría cargo de procesarlos una vez consumido su contenido y de que vuelvan a la cadena de producción”, comentó a Télam Diego Albareda, del departamento de Conservación del Ecoparque de Buenos Aires, que desde 2005 rehabilita y estudia tortugas marinas provenientes de varamientos o captura incidental en las costas bonaerenses, y encontró restos de plástico en 97 de cada 100 animales.
“A lo largo de las cuencas de la Área Metropolitana de Buenos Aires (Reconquista, Luján y Matanza-Riachuelo) reside el 35 por ciento de la población argentina, y es una zona donde hay muchos asentamientos y basurales a cielo abierto, esos residuos bajan por el Río de la Plata”, explicó el veterinario a la agencia de noticias.
En la Ciudad, según el Instituto de Ingeniería Sanitaria, que haya tantas toneladas recuperables en la basura se debe a que todavía no existe el hábito instalado de la separación de residuos en los hogares o lugares de trabajo (un tacho negro para irrecuperables y uno verde para vidrios, plásticos y demás elementos) y llaman a mejorar la relación entre la comunidad de cada barrio y los recuperadores urbanos.
Hay, actualmente, 12 cooperativas que tienen a su cargo la recolección domiciliaria de los reciclables y emplean a unas 5500 personas en total. Aunque la Ciudad le paga a cada trabajador un sueldo básico de $9.100 y cede algunos camiones, no alcanza la infraestructura para que realicen la totalidad del trabajo en todas las comunas.
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