La cúpula del frente opositor es cuestionada por llegar tarde a los conflictos desatados entre la UCR y el PRO en Neuquén y Río Negro y por no definir en Mendoza, Tucumán, Salta, Chubut y Córdoba.
La Mesa de Juntos por el Cambio enfrenta una rebelión de los dirigentes de las provincias que no tienen primarias y en las que la UCR y el PRO no pueden definir el mecanismo para elegir candidatos.
Los más pesimistas en Juntos creen que si no se resuelven las internas, las provincias que creían ganadas o con serias chances de conseguir el triunfo seguirán en manos del peronismo. Tras el clima triunfalista por la victoria en 19 provincias en las elecciones legislativas de 2021, el panorama se complicó en varios distritos como Tucumán, Chubut, Salta, Córdoba y Río Negro.
La Mesa se reunió el miércoles recién luego de semanas del conflicto desatado en Río Negro y en Neuquén, en donde el frente opositor se rompió por acuerdos locales. En Neuquén el PRO decidió apoyar a Rolando Figueroa, ex MPN, y en Río Negro los radicales acordaron con el ex gobernador Alberto Weretilneck.
Otras provincias como Córdoba, Chubut, Tucumán y Salta atraviesan situaciones críticas en las que los dos partidos principales del frente no se ponen de acuerdo para definir un candidato sin la herramienta de las PASO. Y en Mendoza, donde hay primarias, los radicales temen que Omar de Marchi, del PRO vaya por afuera de Juntos y sea funcional al peronismo, tal como adelantó LPO.
Por eso en la reunión del miércoles amenazaron con “sancionar” a los candidatos que no compitan en internas del frente. La sanción sería la “expulsión” del frente, una medida un tanto burlesca si el candidato en cuestión ya eligió competir por fuera de Juntos y en definitiva se auto expulsó.
En el seno de Juntos se quejan de que la Mesa Nacional llega tarde a los conflictos y se mete una vez que explotaron
“Parece que algunos referentes de JxC anduvieron haciendo pucherito en Bs As para que la mesa nacional saque un comunicado intrascendente e inaplicable”, ironizó el radical Manuel Pagliaroni, diputado provincial de Chubut.
En esa provincia, por caso, un sector del radicalismo no quiere apoyar a Ignacio “Nacho” Torres, el candidato del PRO que tiene mayores chances en las encuestas. El ex senador radical Mario Cimadevilla salió a respaldar la fórmula Damián Biss-Gustavo Menna, que según el PRO nació de un acuerdo subterráneo con el gobierno del massista Mariano Arcioni.
En Córdoba, como adelantó LPO, Luis Juez se niega a firmar un reglamento para ir a internas con Rodrigo de Loredo y complica todo el armado de Juntos.
En tanto que en Tucumán los radicales están partidos en tres: algunos apoyan Germán Alfaro, el candidato de Larreta y Patricia Bullrich; otros apoyan al diputado nacional Roberto Sánchez y otros juegan para el gobernador peronista Osvaldo Jaldo, que tiene a varios radicales nombrados en el Ejecutivo.
En el seno de Juntos se quejan de que la Mesa llega tarde a los conflictos y se mete una vez que explotaron. “Se tomaron demasiadas vacaciones”, dijeron a LPO en el frente opositor. “El problema de la Mesa es que la integran todos candidatos a presidente que terminan jugando en pos de sus intereses y no para garantizar el triunfo de Juntos por el Cambio”, dicen las fuentes.
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