El ex ministro almorzó ayer con Pichetto y otros senadores. Sigue sin hablar pero pocos dudan de su candidatura. El ex gobernador sumará hoy 32 distritos visitados
¿Y? ¿Vas a jugar?
¿Vos en Corrientes qué vas a hacer?
Hasta entonces, en la mesa los comensales habían evitado hablar del elefante en la habitación, como suele decirse. Hasta que llegó, luego del almuerzo, el senador y ya lanzado candidato a gobernador correntino, Carlos "Camau" Espínola. Y a bocajarro, con la impunidad del que llega a un evento ya iniciado, le preguntó a Florencio Randazzo lo que nadie, hasta entonces, había verbalizado. El retruque del ex ministro cristinista dejó la sensación en el salón del segundo piso de la Cámara alta, que no sólo será candidato este año: sino que enfrentará a Daniel Scioli, la interna que no fue en 2015, o hasta a la mismísima Cristina Fernández de Kirchner, si la ex Presidenta decide postularse a senadora por la provincia de Buenos Aires.
El chivilcoyano llegó solo, en su auto, a tiempo para el convite, organizado por el jefe del bloque del PJ-FpV, el rionegrino Miguel Ángel Pichetto, uno de los primeros en apostar al post-kirchnerismo tras la derrota, con quien mantiene conversaciones telefónicas hace meses. Se sumaron otros senadores peronista de peso específico, como el bonaerense Juan Manuel Abal Medina, quien fogonea su postulación junto al Movimiento Evita, Pedro Guastavino (Entre Ríos), Rodolfo Urtubey (Salta), Julio Catalán Magni (Tierra del fuego), Omar Perotti (Santa Fe), Mario Pais (Chubut) y el ya mencionado Espínola.
Oficialmente, el balance de la reunión dejó tres puntos: "La preocupante situación económica y social del país"; "la necesaria renovación del peronismo, que incluye una renovación generacional"; y por último, "reafirmaron el convencimiento de que las PASO son el instrumento para resolver el futuro del PJ". Palabras más o menos, es lo que respondió cada uno de los senadores a la prensa cuando hacían la digestión. En cambio, como es su estrategia preelectoral, silenciosa, que pone nerviosos incluso a los que lo respaldan, Randazzo se fue sin dar declaraciones.
No obstante, la imagen vale más que mil palabras: todo apunta a que el ex titular de Interior y Transporte competirá en las primarias legislativas. Salvo que a último momento desista, dejando incrédulos a los que hoy día no pueden creer que haya negado una candidatura a gobernador dos años atrás. Son ellos quienes más recuerdan que además de "Flaco", es más conocido en sus pagos por el apodo de "El Loco".
Punto para su artífice Pichetto: la foto con Randazzo en el medio, cual Jesús en La Última Cena, agitó el hormiguero peronista. Al punto de validar la estratagema del silencio, para evitar saturar con opiniones todos los días. Es más, ni siquiera asistiría a fin de mes al plenario más importante en Mar del Plata de sus believers, orquestado por Julián Domínguez.
Distinta visión parece tener el ex presidenciable Scioli. Ayer, en el barrio de Constitución, Scioli se fotografió con el ex secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien suena como candidato K en la cuna del macrismo.
No sólo eso: en un revival de 2015, con Randazzo acechando incluido en la novela, el ex gobernador bonaerense hoy visitará Zárate, San Pedro, Arrecifes, Avellaneda y Moreno. Sumará entonces 32 distritos de la provincia visitados en las últimas semanas, en un intenso raid que prueba, aunque tampoco lo diga, que quiere volver a ver su nombre en una boleta.
"Florencio tiene todo el derecho de caminar la provincia y sería mi candidato si le gana la interna a Cristina", afirmó ayer el camporista intendente de Moreno, Walter Festa, que hoy será anfitrión de Scioli.
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