PERFIL accedió a la declaración del hombre que puso en jaque a Boudou. Dio detalles e involucró a dirigentes y empresarios.
Alejandro Vandenbroele fue la pieza que en los inicios de 2012 puso en jaque a Amado Boudou. Su ex mujer lo acusó ante la prensa de ser el testaferro del vicepresidente. Casi seis años después, Boudou está preso y Vandenbroele quedó de nuevo en la mira: hace un mes, el misterioso monotributista negoció una confesión como arrepentido para bajar una eventual futura condena y vive en un régimen de protección.
¿Qué dijo para convertirse en el primer arrepentido de una causa de corrupción con la nueva ley? Hasta ahora, solo se conocieron algunos fragmentos de sus dichos, pero PERFIL tuvo acceso a esa declaración reservada con el detalle de la ficción de Formosa, los intereses políticos detrás de la fábrica de hacer billetes, las complicidades en la ruta del dinero y la acusación sobre el banquero Jorge Brito, sobre pagos a cambio de silencio.
El vínculo. Primavera 2009. Libertad y Libertador. Vandenbroele estaba en un bar con dos abogados, pasó Núñez Carmona y le tocó el vidrio. Se habían conocido en NY, cuando su prima se instaló en su casa con el novio: era “Nariga”. Núñez se sentó en la mesa y comenzaron a frecuentarse.
Formosa. “Núñez Carmona me detalla que la operación constituía en simular un asesoramiento” de la deuda pública de Formosa. “Era implícito” que los funcionarios “actuaban en nombre del gobernador” Gildo Insfrán. De los $ 7,6 millones cobrados, casi 700 mil fueron a Martín Cortes (del Banco de Formosa) y con $ 1,5 millones compro dólares. “Los retiro en efectivo y entrego al Sr. Núñez Carmona”.
Boudou. “Le asiste razón sobre que recién me conoció a mí en el juicio oral. Recuerdo dos veces haberlo visto y nunca tuve contacto con él. Siempre ocasional y con mucha gente. Nunca hable con él directamente”.
Ciccone. “La primera vez que escucho el nombre fue en junio de 2010” vía Núñez Carmona. Con la firma en quiebra, lo había contactado Guillermo Reinwick, cuñado de Nicolás Ciccone. “La cosa podía tener color porque Boudou le había comentado de una empresa llamada Boldt. Según los dichos de Núñez, Boldt era Eduardo Duhalde, el político, esa empresa manejaba los juegos y operatorias con la Provincia de Buenos Aires. Había un interés concreto en el gobierno nacional en evitar que Boldt se hiciera con Ciccone”.
Inversores. Nunca hubo coacción a los Ciccone. Después de la primera reunión, Boudou “comenta a Néstor Kirchner la viabilidad de la operatoria para sacarle a Boldt la empresa”. Había que levantar la quiebra, con aval de acreedores y AFIP, pagar y meter “un grupo fuerte” de inversores. “Néstor, según Núñez, le dice a Boudou que se avance. Entran en juego grupos inversores que eran Jorge Brito y Raúl Moneta. Tambien surge la posibilidad de London Supply”.
Moneta. “Moneta no tenía ningún inconveniente en decir que era accionista de Ciccone porque estaba muy interesado en tener un acercamiento al Gobierno. Moneta para el universo K era Menem, por ende mala palabra. Al momento del escándalo, Brito no quiere decir que es el dueño”.
Dinero. Moneta “me presta en calidad de presidente de Dusbel unos 620 mil dólares que se ingresan vía Uruguay. Dusbel es la herramienta societaria para proceder al primer ingreso de Brito en la sociedad. La plata pasa por dos sociedades de Bolsa. Si se indaga más se verá que son de Jorge Brito. Esto tambien lo transmite Núñez”.
Brito. El rol de Núñez y Boudou “se diluyó” tras el plan de pagos de AFIP. “Yo como presidente de la compañía, hacía el fronting, daba la cara porque Brito no podía y la idea era poner en valor la empresa y venderla en el exterior. Yo respondía al grupo Macro. Los sueldos los pagaba el Grupo”.
“Desde que esto aconteció mi situación patrimonial ha decaído notablemente. Dejé de percibir ingresos de manera que lo venía haciendo y viví de lo que Brito me daba a través de (Francisco) Sguera en un sobre en su oficina. Esa ayuda estaba destinada a evitar esta declaración”.
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