Coca-Cola espera recibir una estimulante inyección de cafeína con la adquisición de la cadena británica de cafeterías Costa Coffee.
Coca-Cola espera recibir una estimulante inyección de cafeína con la adquisición de la cadena británica de cafeterías Costa Coffee.
Coca-Cola ya tiene las marcas de café Georgia y Gold Peak, que producen bebidas embotelladas y enlatadas, pero la compra de Costa le permitiría competir con marcas como Starbucks.
Costa, el mayor negocio del sector en Gran Bretaña, tiene 2,400 cafeterías en el Reino Unido y otras 1,400 en 30 países del mundo, incluidas 460 en China, su segundo mercado más grande.
Coca Cola informó el viernes que comprará la marca Costa a Whitbread por 3,900 millones de libras (5,100 millones de dólares) en efectivo.
El negocio quedará concluido previsiblemente en el primer semestre del 2019.
Semanas atrás, Coca-Cola anunció la compra de una participación minoritaria en la productora de bebidas deportivas BodyArmor por un monto no revelado. Otras inversiones de los últimos años incluyen leche de alto contenido proteico y aguas carbonatadas.
La empresa se está diversificando a medida que los consumidores conscientes, al menos en Estados Unidos, dejan los refrescos tradicionales.
En tanto, su rival PepsiCo compró SodaStream, una empresa que fabrica artefactos para hacer bebidas gaseosas en el hogar.
Luego del anuncio de la compra, las acciones de Whitbread se dispararon 14.26%, a 4,598 libras esterlinas, en la Bolsa de Londres.
Whitbread tenía planes de renovar la marca Costa; sin embargo, la venta a Coca-Cola tomó por sorpresa al mercado, pues la trasnacional no tiene presencia en el mercado de cafeterías. Incluso, ésa fue una de las principales razones por las que Coca-Cola quiso comprar Costa Coffee.
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