Por: Laura Romoli.

Pasó una semana y un día de las elecciones y la alianza Juntos local todavía no se ha reunido a analizar el resultado. Las patas que integran la coalición oficialista esperan el llamado de Julio Garro, mientras proliferan las versiones sobre el nuevo esquema del poder municipal, en el que la disputa de septiembre ha dejado su mella.

Aunque no es el único en el foco, el radicalismo es uno de los sectores que más expectativa despierta en los corrillos políticos platenses. Tras unas PASO en la que obtuvieron 40 puntos y las elecciones generales, los socios del intendente quedaron con tres concejales de 14 del bloque oficialista y un diputado provincial, además de tres secretarías de las 21 en las que se divide el Ejecutivo local.

Con este panorama, la mirada está puesta en la manera en que se puede reacomodar el esquema de poder y cómo el partido centenario hará valer sus números propios. Es que, como ya publicó este diario, Garro viene anticipando que achicará la estructura de su gabinete sin dar mayores detalles de quiénes resultaran favorecidos y quiénes no; y, por otro, y atado a esa cuestión, restan definirse las futuras autoridades del nuevo Concejo Deliberante, que asumirán el 10 de diciembre.

Los dirigentes de la UCR platense aspiran a que el presidente de la Junta Cental, el concejal electo Diego Rovella, presida la bancada de concejales de Juntos. Y que el primer candidato de la lista garrista, Javier Mor Roig, presida el Concejo.

Sin embargo, hasta ahora, la idea que circula sobre el plan del Intendente plantea otra cosa: que el actual secretario de Seguridad yvirtual viceintendente, Darío Ganduglia, asuma su banca de concejal para presidir el cónclave y que Mor Roig quede como titular de la bancada de Juntos. “El radicalismo pone tres ediles y el PRO, 11”, dicen quienes dan por hecho esta posibilidad.

No son pocos los que sostienen que si la UCR perdiera esas pulseadas en el deliberativo, defendería con más vigor las áreas que conduce en el Ejecutivo. Se trata de la Secretaría General de la Municipalidad, la secretaría de Producción y la de Calidad de Vida, aunque, de darse esta pretensión, restaría ver qué líneas internas las ocuparían. Actualmente, además del Rapaca de Miguel Bazze y el salvadorismo, tambien emerge en peso, aunque en menor medida, el espacio Evolución, referenciado en Martín Lousteau y, a nivel local, en Pablo Nicoletti.

Esta semana habría contactos entre los referentes radicales y Garro para comenzar a analizar la cuestión. Y aquí un dato saliente: desde el domingo electoral que ambos espacios no se juntan puertas adentro a analizar la política.

En varios entornos sugieren que las PASO habrían dejado heridas en el núcleo de Juntos. Y resquemores al interior del garrismo frente a un radicalismo que se revigoriza y ahora busca un candidato para disputar la intendencia en 2023.

Como sea, al interior del oficialismo local admiten que el 46 por ciento de los votos obtenidos en las generales del 14 tuvo sabor a poco, si se lo compara con las expectativas, que apuntaban al 49. Y que haber ganado la interna de septiembre por 60 por ciento, para el PRO tampoco estuvo en las proporciones deseadas.

EL GABINETE

Uno de los lugares vacantes del gabinete municipal ya tiene reemplazo y es el de la secretaría de Género, que ocupará la actual titular del Concejo, Ileana Cid, a partir del 10 de diciembre. El resto es un gran interrogante.

Más allá de las especulaciones por los lugares del radicalismo, entre las principales dudas se encuentra la del área de Seguridad, en el caso de que Ganduglia asuma su banca de concejal. En tanto, otro interrogante es sobre quién ocupará la secretaría de Desarrollo Social, que dejará vacante la diputada electa Julieta Quintero. Ese lugar está disputado por el expresidente del Concejo Fernando Ponce y el edil Nelson Marino.

Otro interrogante es el destino del concejal del GEN saliente Gastón Crespo, quien podría ocupar una secretaría de Servicios Públicos y Defensa del Consumidor.

En tanto, las áreas de Planeamiento y Obras Públicas, a cargo de María Botta y Luis Barbier, se fusionarían quedando ambas a cargo de la primera.