El componente de combustibles renovables en las naftas y el gasoil aventura un tiempo de inseguridad que no solamente se trasladará a los precios del surtidor, sino que perjudicará al sector productor de este insumo.
En la medida que el dólar continúe sus constantes movimientos de cambio, el mercado del biocombustible no tendrá la certidumbre necesaria para desarrollarse y contribuir a la actividad económica general.
Esta conclusión la elaboró el Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina a surtidores.com.ar y agregó que “es un momento de extrema inestabilidad”.
Atribuyó su visión en la fluctuación de la moneda estadounidense y su influencia sobre todos los pasos de la cadena de comercialización y producción, ya que “en un mercado libre donde hay variables dolarizadas evidentemente, se han perdido las referencias de precios, debido al tipo de cambio que nadie sabe el real valor”.
En ese sentido, se refirió a los costos de los insumos en donde desaparecieron la referencias y por ende, nadie sabe el valor de estabilización, en especial, en el proceso que lleva obtener la materia prima, pasando por la producción, la venta y el cobro del producto.
Molina denunció que también que si el Ministerio de Energía no rectifica los precios que está por publicar en este mes, dado el retraso que deriva de la forma en que se estructuran las variables de las fórmulas polinómicas respectivas, habrá problemas importantes con el abastecimiento de biocombustibles.
“Si hace mucho tiempo que se requería establecer criterios acordes a los momentos de inestabilidad, ese momento es hoy más que nunca. El plazo de pago no puede ser soslayado en las condiciones que fija el Ministerio“, deslizó el directivo.
“Imposible calcular el número real entre el momento que se inicia la operación, hasta el tiempo que se acredita el pago, con lo cual, se complica demasiado la cadena comercial de los biocombustibles”, lamentó Molina.
Finalmente, el especialista recordó que el problema se agrava ya que si bien el Gobierno cumple con actualizar los precios todos los meses de acuerdo a una disposición, la fórmula cumple con el mes anterior y siempre queda atrasada.
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