El ministro de Seguridad aclaró que no intervino en el hecho puntual de Lonquimay.
Pero esquivó interrogantes concretos sobre aspectos de su gestión. El presidente del bloque oficialista hizo referencia a las "diferencias políticas" con el ministro, que filosofó y conceptualizó sin responder preguntas concretas.
El ministro de Seguridad Juan Carlos Tierno dio a la Policía la orden de disparar "directamente a la cabina" de los cazadores, según la respuesta "implícita" que dejó durante la interpelación, a partir de la tácita aceptación que representó su silencio sobre el tema. Pero sí se ocupó de aclarar, ante una consulta concreta del oficialismo, que no intervino puntualmente en el caso fatal de Lonquimay.
Tierno se negó a contestar precisiones sobre esa forma de actuación que sugirió a sus subordinados policiales desde el Ministerio, según él mismo confesó en declaraciones públicas que hizo a fines del año 2014.
Un episodio idéntico al descripto como ejemplo por Tierno le costó la vida al cazador Santiago Garialdi. Los diputados del FrePam, ante la pasividad del oficialismo, insistieron en conocer especialmente si el ministro daba ese tipo de órdenes. Una y otra vez, el funcionario del Ejecutivo, que intentó escudarse reiteradamente en el gobernador Carlos Verna, respondió eludiéndose y yéndose por las ramas.
El desempeño de Tierno hizo agua en puntos concretos. Tuvo su espacio para discursear y argumentar sobre distintas problemáticas. En cambio, ante consultas específicas, no contestó. Tampoco le quiso responder a la diputada Patricia Testa cuando le consultó si sentía miedo.
"¿Usted evalúa renunciar a partir del fracaso de su política de Seguridad?", le preguntó el diputado socialista Luis Solana al ministro Juan Carlos Tierno. El funcionario del Ejecutivo dijo que no le correspondía meterse en eso. Dijo que era una potestad del gobernador Carlos Verna. Y pidió respeto "a la división de poderes".
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