Los tiempos se acortan y nadie encuentra la fórmula para un acuerdo en la Provincia

Los tiempos se acortan y nadie encuentra la fórmula para un acuerdo en la Provincia
06abr

Desde el sector de Axel Kicillof y de Cristina Kirchner mantienen sus posiciones respecto a cuál debe ser la fecha de las elecciones provinciales. El martes está convocada una sesión en la Legislatura que podría decidir la concurrencia con las nacionales y, al menos hasta el sábado, no había en marcha ninguna reunión para intentar un acuerdo. Massa llamó a dejar de lado los egos y mantener la unidad.

Por: Fernando Cibeira.

"Por ahora, no hay nada planeado", respondían cerca de Axel Kicillof respecto a un posible encuentro de fin de semana que sirviera para acercar posiciones en el peronismo de la provincia de Buenos Aires, en un intento último porque la sangre no llegue al río. Las posiciones continuaban irreductibles en cuanto a la conveniencia de desdoblar los comicios provinciales o de hacerlos concurrentes con los nacionales, según se hable del lado del gobernador o del cristinismo. El involucramiento personal de Cristina Kirchner hacía pensar que la discusión ya estaba en un plano que iba más allá del mero debate por la fecha de cuándo se votará, por lo que se volvía más difícil imaginar una solución que conforme a todos. Sergio Massa convocó de nuevo a llegar a un acuerdo. "Estamos perdiendo de vista porqué hacemos política, muchachos", sostuvo en un encuentro partidario. Con todo, los legisladores del Frente Renovador votarían junto con los de La Cámpora a favor de la concurrencia en la sesión convocada para el próximo martes.

El jueves pasado, en el Teatro Argentino de La Plata, Kicillof desgranó los argumentos por los que considera que las elecciones provinciales deben hacerse desdobladas, en una fecha que estaría entre fin de agosto y principios de septiembre. Más de la mitad de los intendentes, incluyendo de la UCR, ya se expresaron por esta posición, en la idea de evitar que La Libertad Avanza se introduzca en sus concejos deliberantes. Mientras el gobernador hablaba, a unas cuadras de allí, en la Legislatura provincial, los diputados camporistas y massistas trataban de sumar voluntades en los bloques opositores de La Libertad Avanza, el Pro y la UCR para votar el proyecto de suspender las PASO con el agregado de un artículo para hacer las elecciones concurrentes. "Eso es un intento de golpe de Estado. Se unieron para avanzar sobre las facultades constitucionales del gobernador", evaluaban este sábado en el entorno de Axel. El jueves pasado necesitaban el voto de los dos tercios, pero el martes próximo podrían avanzar con mayoría simple. 

La jefa del bloque de senadores bonaerenses de Unión por la Patria, Teresa García, viene actuando como la voz de Cristina en el tema. Primero, fue quien presentó un proyecto para que las elecciones sean concurrentes, para enterrar cualquier duda acerca de qué quería la presidenta del PJ Nacional. Luego, Tere García se encargó de confirmar públicamente lo que hasta entonces circulaba como trascendido de una reunión: que en caso de que Kicillof resolviera el desdoblamiento, CFK encabezará la boleta de su espacio por la Tercera Sección Electoral, la más poblada de la Provincia. Desde el sector camporista, el anuncio pone la discusión en otro nivel. "Para que quede claro que no es Máximo, sino que es Cristina quien está detrás de esta decisión. Hay que ganarle la Provincia a Milei", argumentaban.

La presentación del proyecto de ley de Tere García sucedió en medio de una negociación. Había existido una reunión previa de Kicillof con Máximo y Massa en la que no se pusieron de acuerdo, pero quedaron en seguir conversando a través de representantes. Sin embargo, sólo hubo otro encuentro posterior y luego el sorpresivo anuncio de García que le dejó las tratativas en el aire. El antecedente también funcionaba como obstáculo para que este fin de semana se avanzara en un nuevo encuentro, si cuando lo intentaron salió tan mal. "Veníamos trabajando con una lógica, pero ellos decidieron salirse y buscar una alianza con la oposición para fijar la fecha de las elecciones", remarcaban desde el entorno de Axel.

Massa oscila entre el rol de mediador y equilibrista. Por ejemplo, entre el adelantamiento electoral que plantea Kicillof y la concurrencia de Cristina, sostiene que las elecciones deberían ser desdobladas, pero luego de las nacionales. En la gobernación replicaban que ese idea no sólo tiene poco sentido desde el punto de vista político, sino que ni siquiera dan los plazos electorales para practicarla. Este sábado, Massa encabezó un encuentro partidario en San Fernando del que se difundieron algunos tramos, todos en la misma idea de alcanzar un acuerdo y mantener la unidad. “Mientras la sociedad espera que seamos los que proponemos alternativas, los que construimos esperanza, los que damos debate para renovarnos y asumir nuestros errores, estamos en un debate electoral, de táctica electoral, ni siquiera en una discusión de propuesta electoral alternativa”, recriminó.

El ex candidato presidencial habló de "vanidades y caprichos" que habría que dejar de lado porque "la división es la garantía de éxito de Milei, y la sociedad no nos va a perdonar que no hayamos tenido la generosidad y la capacidad de ceder para representar a quienes rechazan este gobierno”. Algo en la línea de lo que planteó, con mayor nivel de enojo, el dirigente social Juan Grabois, su ex adversario en las PASO presidenciales con quien no se lleva nada bien. Otra coincidencia entre ambos es que, en caso de que no se llegue a un acuerdo, amenazan presentar listas por fuera de Unión por la Patria. Sin embargo, cerca de Kicillof recalcaban que más allá de esta supuesta posición neutral, Massa mantiene su acuerdo con Cristina y Máximo y que sus representantes en la Legislatura van por la concurrencia. Grabois, en cambio, denunció que desde La Cámpora apretaban a sus legisladores para que acompañaran su postura.

Llegado a este punto, la sensación es que están en juego más que la mera fecha de las elecciones, sino la exigencia de Cristina de que se reconozca explícitamente su liderazgo y que se acepten sus directivas, caso contrario está dispuesta a medirse en las urnas. Luego del acto de Kicillof en el Teatro Argentino, hasta en el entorno de la ex presidente reconocían que un gesto en esa lógica que el gobernador alguna vez denominó "sumisión o traición", ya parecía imposible. La salida del laberinto en el que ingresó la disputa se ve cada vez más complicada. Porque aún si se llegara a consensuar una fecha, luego quedaba ponerse de acuerdo en el armado de las listas, un tema todavía más sensible.

La fórmula que habían pensando en la gobernación -que CFK encabezara la lista de diputados nacionales en octubre y resolviera sus principales lugares y que a Kicillof le quedaran las cabezas de las boletas locales- suena a esta altura a exceso de voluntarismo. Tan difícil se presentaba el panorama que algunos evaluaban si no convendría dejar en pie las PASO o acudir a alguna forma de interna para dirimir las diferencias. El martes, en la Legislatura, habrá una primera idea de lo que puede llegar a suceder.

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