Se fue Testa, ministro clave en el gobierno provincial

Estaba encargado de Infraestructura y Obras Públicas. Llevaba casi 16 años en el gobierno. Aseguran que renunció por la exigencia que planteó el gobernador de terminar la autovía antes de fin de año.

Hugo Testa era, hasta ayer, uno de los dos ministros clave en el gabinete provincial. Junto a Ángel Mario Elettore, un hombre sí imprescindible para el esquema de gobierno de José Manuel de la Sota, eran los funcionarios de mayor antigüedad: ellos llegaron al poder en 1999, de la mano del mandatario provincial.

Sin embargo, ayer, temprano en la mañana y de manera sorpresiva, Testa renunció al trascendental Ministerio de Infraestructura, el que tiene a su cargo los proyectos más ambiciosos de la gestión delasotista, entre ellos la obra insignia, la autovía Córdoba-Río Cuarto.

El comunicado con el que la Provincia dio a conocer la noticia es sumamente escueto: “El gobierno de Córdoba informa que en el día de la fecha presentó su renuncia el ingeniero Hugo Testa al Ministerio de Infraestructura por razones estrictamente personales. En su lugar ha sido designado Manuel Calvo, y Verónica Bruera ocupará el Ministerio de Gestión Pública”.

Calvo y Bruera asumirán hoy, a las 11, en sus nuevos cargos.

En la explicación oficial hay parte de verdad. Testa ya había manifestado hace un tiempo su intención de abandonar la gestión pública y en los últimos meses habría tenido complicaciones personales.

Sin embargo, también hay detrás un trasfondo político y, principalmente, de gestión.

En el equipo de De la Sota relatan que en las reuniones de gabinete que se hicieron durante el año, el gobernador les reclamó que presentaran un plan de trabajo y un detallado cronograma de concreciones. Todos debían tener, con fecha incluida, el esquema de inauguraciones por delante. Como precandidato presidencial, los objetivos estaban claramente marcados en el calendario. Son dos: las elecciones provinciales del 5 de julio, en las que De la Sota está obligado a ganar para mostrar un resultado favorable a nivel nacional, y las primarias del 9 de agosto, donde el mandatario provincial competirá como precandidato contra el tigrense Sergio Massa dentro de la alianza UNA.

Seguimiento

El gobernador comenzó a controlar estrictamente, aseguran en el gabinete, el cumplimiento de esos objetivos. “Tenemos que entender que estamos jugando en primera y que no le podemos fallar a De la Sota. Hubo algunos que no pudieron cumplir los objetivos”, indicó un funcionario.

La principal obligación de Testa era el compromiso más ambicioso que asumió el mandatario provincial: De la Sota indicó en infinidad de ocasiones que antes de terminar su mandato estaría finalizada la autovía de la ruta 36. Incluso, dio la instrucción precisa de que el Ministerio de Finanzas desembolsara hasta 200 millones de pesos mensuales para garantizar un desarrollo fluido de los trabajos.

Sin embargo, a esta altura, ya sobre el final de mayo, los objetivos no se están cumpliendo. Las inauguraciones están lejos de ajustarse al cronograma previsto. Hoy, a pesar de que la inversión se sostiene, la Provincia tiene mucho menos para mostrar -e inaugurar- de lo que se estableció a principios de año. “Esa es la causa central de la salida de Testa. Fue una renuncia motivada por la autovía pero no pedida por el gobernador. Testa solo terminó tomando la decisión”, aseguraron.

En el gabinete indicaron que el nivel de exigencia que imprimió De la Sota en los últimos meses de gestión se hizo agobiante. Sin embargo, es llamativo que un ministro con 16 años de experiencia termine yéndose del gobierno a 40 días de una elección en la que el oficialismo se juega un nuevo período en el poder.

Hay otras versiones que señalan que también había fuertes diferencias políticas entre Testa y los delasotistas más puros por las prioridades durante el período de campaña. El ahora ex ministro habría tenido encontronazos incluso con figuras muy cercanas al gobernador.

En el schiarettismo indican que tampoco habría caído del todo bien el prematuro acercamiento de Testa con Schiaretti (se mostró junto al candidato en la cena para recaudar fondos que se hizo el miércoles).

En realidad, coinciden las fuentes del gobierno que hubo un combo de razones, entre las que se mezclaron las cuestiones de gestión, políticas y personales, con preeminencia de las primeras.

Lo llamativo es que haya sido tan cerca de una elección, cuando el nuevo ministro no tendrá chances fácticas de mejorar notoriamente lo que ha hecho su antecesor.

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