En el gobierno nacional aseguran que será reinaugurada pero los trabajadores no tienen confirmación.
Mientras desde el gobierno nacional se asegura que la empresa International Container Terminal Services (ICTSI), un consorcio filipino que se dedica al desarrollo, administración y operación en el negocio de contenedores portuarios y terminales, podría reinaugurar la terminal emplazada en Berisso, los trabajadores de ese emprendimiento enfrentan la incertidumbre de ver que se acerca el final del cobro del salario reducido que perciben desde cerró ese emprendimiento, en 2016.
“El 31 de este mes vence el acuerdo y quedamos 65 trabajadores sin saber qué va a pasar”, explicó a este diario el delegado Patricio Ivelli.
En tanto, desde el gobierno nacional hubo durante la semana un anuncio esperanzador.
Durante una reunión en Olivos entre el presidente Macri; la gobernadora María Eugenia Vidal; y el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, se acordó con la empresa propietaria de Tecplata que en septiembre de 2019 finalizarían las obras de acceso terrestre al predio y en consecuencia la terminal de contenedores podría empezar a funcionar.
“Para nosotros es una gran noticia pero lamentablemente nos llega en un momento de gran incertidumbre porque en pocos días vence el acuerdo y no hay señales de que vaya a renovarse”, indicó Ivelli.
Hay berissenses que la bautizaron “Monumento a la Mentira”. Los que ya peinan canas la definen como “el cuento político” más grande y más caro del que tengan memoria. Las expectativas de reactivación portuaria que se generaron durante el gobierno provincial de Daniel Scioli quedaron truncas cuando luego de tres “inauguraciones” la empresa anunció que no le era posible generar negocios portuarios.
Todo empezó a finales de 2012 con una enorme inversión privada -480 millones de dólares- a cargo del grupo fillipino ICTSI y con el compromiso del Estado provincial de construir los accesos viales necesarios para que la terminar pudiera operar. Se anunciaba un tránsito diario de 700 camiones con contenedores que llegarían en barcos a los muelles de TecPlata.
Para los berissenses y para los vecinos de toda la región era el milagro de la tantas veces anunciada reactivación portuaria.
Aún sin haberse ejecutado la obra vial prometida, entre 2014 y 2015 el entonces gobernador bonaerense, Daniel Scioli, encabezaría tres inauguraciones del emprendimiento. La última de ellas compartiendo escenario con el ahora encarcelado líder sindical, Juan Pablo “Pata” Medina quien recibiría de Scioli y del entonces intendente kirchnerista Enrique Slezack el “agradecimiento” por el rol que la Uocra había tenido en la construcción de la terminal.
Hacia el verano de 2016 se admitía oficialmente queTecPlata no iba más.
Desde el cierre de Tecplata en 2016, en la terminal sólo hay un movimiento indispensable
Quedaban en la calle 140 trabajadores altamente calificados para el manejo de grúas y otras maquinarias portuarias que, en muchos casos, habían dejado empleos de muchos años en empresas del polo petroquímico, seducidos por las utilidades que prometía TecPlata y, sobre todo por los políticos que habían hablado de reactivación portuaria en cada uno de sus discursos de campaña.
“Llegamos al gobierno de Berisso y nos encontramos con 140 familias en la calle. Para una comunidad como la nuestra era un golpe muy fuerte”, recuerdan en la comuna berissense desde donde se buscaron alternativas para mitigar el efecto social de aquellos despidos.
Finalmente, la Provincia y la administración portuaria acordaron pagar a los trabajadores despedidos una compensación equivalente al 70% del salario que percibían en ese momento, unos $ 9.000 mensuales más el beneficio de la obra social por el lapso de seis meses.
El acuerdo implicaba que los trabajadores no debían concurrir a la terminal y si conseguían empleo inmediatamente dejaban de cobrar los $9.000.
En enero de 2017 el convenio se extendió pero sin modificarse el monto percibido con lo que la inflación hizo estragos en la economía de los despedidos.
Desde el nucleamiento de los trabajadores despedidos y el gremio de los Guincheros, Patricio Ivelli es una de las caras visibles del drama de TecPlata y de aquellos que en este tiempo no han bajado los brazos y esperan, señalan, una decisión política que permita vislumbrar una esperanza de reactivación.
“El 31 de este mes dejamos de cobrar y todo es incertidumbre”, señala.
De los 140 trabajadores que originalmente fueron afectados por el virtual cierre de TecPlata (en rigor en la terminal hay actualmente un movimiento indispensable de mantenimiento de maquinarias y grúas) hoy quedan 65 en la angustia de no haber podido reinsertarse en el mercado laboral.
“Nosotros queremos trabajo genuino. Acá la gobernadora Vidal se comprometió a que en dos años iba a haber novedades y estamos esperando”, indicó Ivelli.
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