Sin dudas el 2003 fue un año de cambios exhaustivos para la Republica Argentina,  después de 20 años del regreso a la democracia, el país venia de una terrible crisis económica que lamentablemente se llevó consigo muchas víctimas. Tras la problemática del 2001, habiendo pasado hasta por cinco presidentes en una semana, Eduardo Duhalde tomó el poder y las riendas de la nación, lo que llevó a que de alguna manera comenzara la transición nacional. A nivel local no hubo demasiado cambio. Eso se dio por el lamentable suceso que llevara al fallecimiento del por entonces intendente Fernando Soler. Acá la cosa fue distinta, se sentía la crisis como en todos lados, y Masson, intendente interino por entonces hacia lo que podía. Luego, el turno de Alejandro Ruau, quien tomó el distrito con las arcas casi vacías. El radicalismo no había tenido la oportunidad de gobernar de la mejor manera, lo que de alguna forma marcó al partido a nivel local. En la elección que ganó “Catarro”, le tocó derrotar a nada más y nada menos que Jorge Paredi, que como él siempre remarca, le dijo, “Nos vemos en dos años”

La introducción seguramente los más veteranos ya la conocen, pero hay muchos jóvenes que tal vez no saben esa parte de la historia de Mar Chiquita. En el año 2003 y ante las elecciones generales, Ruau y Paredi volvían a verse las caras frente a las urnas. Como aclaramos antes, el intendente radical no había podido hacer su mejor demostración de gobierno en el corto periodo que le tocó estar, y eso lo pagó a través de la democracia, donde la gente decidió que los hilos del distrito debía manejarlos Jorge Paredi. Y así fue, “Pitingo” iniciaba su gobernación a nivel local, viniendo del seno de la provincia de buenos aires, donde arrancó la carrera política.

En 2003 tomó juramento como nuevo jefe comunal ante la presencia de sus hijos y su padre y allí comenzó un camino de gestión. Acá hacemos una aclaración, hablaremos de gestión. Cabe destacar que el inicio del gobierno fue el 10 de diciembre de 2003, por lo que las ejecuciones más relevantes arrancaron durante 2004.

El primer año, tuvo como gestiones destacadas, obras como por ej. El Banco Nación en Santa Clara del Mar, un servicio primordial para una localidad, que además es turística; se comenzó además con las refacciones en el devenido Hospital Municipal Eustaquio Aristizabal.

El 2005 fue el año de los natatorios, ya que las localidades de Vivoratá y General Piran inauguraban cada una su propia pileta municipal, con chapuzón de “Pitingo” incluido, lo que marcaba un antes y un después, ya que los pibes, para poder asistir al natatorio municipal, de Coronel Vidal, debían viajar a bordo de “La Cotorra”, (más de uno de acordará), para poder refrescarse un rato. También se dio inicio a la Escuela Especial N° 503 de Santa Clara del Mar.

Por el 2006, se realizó una obra por demás esperada, ya que era uno de los puntos de inflexión para el ingreso de turistas a Mar Chiquita. El acceso 06910 que une la autovía dos con la ruta 11 venía con graves problemas y solo se habían realizado algunos parches durante gobiernos anteriores. Haciendo las gestiones correspondientes, Paredi llegó a un acuerdo para poder realizar la repavimentación completa de ese circuito. Hoy por hoy las condiciones de ese acceso no son las mejores, pero en aquella época fue un alivio para los transeúntes que rogaban no romper nada con los cráteres que había sobre la cinta asfáltica. También ese mismo año se dio inauguración, junto al por entonces gobernador Felipe Solá, a la red de gas de Vivoratá. Otra obra esperada por los vecinos de esa localidad, que terminaría siendo, de alguna manera, un caballito de batalla en las elecciones.

2007 y 2008 fue el momento de las viviendas, que lograba la expansión de las localidades como Coronel Vidal, Vivoratá y Santa Clara del Mar. En 2009, lo más relevante fue la iluminación de la Av. Los Gauchos en General Piran y la inauguración del Predio Ecuestre en la cabecera.

Del 2010 al 2013 se dio énfasis al deporte de una manera abrumadora, habiendo inaugurado el Estadio Único, el Polideportivo Presidente Perón, el remodelamiento del Polideportivo de Vivoratá, el Natatorio Climatizado de Coronel Vidal, el Estadio de La Costa entre otras obras ligadas a lo deportivo. Además, se le dio vida a la escuela secundaria N° 3 de General Piran y se inauguró la doble mano de la ruta 11 entre Mar del Plata y Santa Clara del Mar en 2010, junto a la presidente Cristina Fernández y el tramo hasta Balneario Parque Mar Chiquita en 2013. Se inició además la obra de la Terminal de Ómnibus de Santa Clara del Mar. Algo que aún es una deuda, y que quedará en manos de la nueva gobernación, a manos de Carlos Ronda.

En 2014 se dio un poco de orden a los camiones de General Piran, ya que se dio inauguración al estacionamiento exclusivo, como así también se le dio valor a la vieja Sociedad Española, donde hoy por hoy queda en ejecución la obra del centro cultural.

2015 fue el año de decisión de Paredi, ¿Seguir o dejar la política?, finalmente “Pitingo” decidió jugarse por un nuevo mandato, aunque no llegó, pero cosechó un buen porcentaje de votos. Hasta aquí hablamos de gestión.

¿Por qué digo “poco gobierno”?, bueno, en realidad puede darse un sentido figurado a esa frase. Si bien se gestionaron muchas cosas, que superan la lista que nombré recién, hubo muchas cuestiones en las que se ha fallado. Por ejemplo, y en casos que son de público conocimiento, tenemos un hospital con una infraestructura remodelada y muy linda, lo mismo con los CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud), sin embargo, con eso no pudieron salvar la vida de un pequeño de Santa Elena y tampoco la de un vecino de General Piran, quienes fallecieron a causa de faltantes, Recursos Humanos y tecnológicos, entre otros, donde se escudaron diciendo que “el sistema pudo haber fallado”.

Se le dio demasiada importancia a la vidriera de Coronel Vidal. Con esto me refiero a la autovía 2, donde se montó el colosal polideportivo que frente a él tiene el parque municipal de deportes con carteles enormes luminosos, mientras que dentro de la localidad hay sitios que desbordan de aguas servidas, donde las calles no están de la mejor manera, donde dependiendo el color político que tenes te atendían bien o mal. Esto también es falta de gobierno.

La seguridad falló y el pueblo se levantó. Siendo la policía comunal, es el gobierno local quien debe manejar esa fuerza, sin embargo, se le daba poca importancia hasta que los residentes dijeron basta, y protestaron con justa razón. Esto derivó en la remoción de la cúpula local.

La soberbia marcó de lleno a un intendente que se debe a sus votantes, lo que generó mucha rispidez por parte del pueblo. ¿Cómo gobernar sin escuchar a los demás?; no se dio lugar a los guardavidas que reclamaban, no se inmutó a la hora de destrabar un conflicto con empleados municipales en la costa. Entonces, ¿de qué manera de gobernar hablamos?

Como estas cosas, hay otras tantas. Esto, solo para refrescar algunas memorias, y que se vea, que hubo MUCHA GESTIÓN Y POCO GOBIERNO.