Se trata del expediente más complejo para el ex vicepresidente, que está procesado por otros dos casos. Se investiga su supuesto incremento patrimonial y el de 13 imputados
Aunque no lo veamos, Amado Boudou siempre está. La frase circula en los pasillos de Comodoro Py, a modo de broma pero con un dejo de realidad, en tiempos en los que el apellido del ex vicepresidente no se encuentra en las primeras planas de los diarios y la actividad judicial de sus múltiples expedientes transcurre sin grandes cambios. Y el pedazo de verdad que guarda el improvisado dicho tiene que ver con que, pronto, seguramente antes de la feria judicial de invierno, Boudou será noticia en una causa tan añeja como demorada: la que busca saber si se enriqueció de manera ilícita en los últimos años.
A cargo del juez federal Ariel Lijo y el fiscal Jorge Di Lello, el caso puede tener novedades en el corto plazo. El juez espera que el cuerpo de peritos de la Corte Suprema eleve un informe sobre la situación patrimonial de Boudou y los otros 13 imputados en la causa, entre los que sobresalen su hermano Sebastián, su ex novia, Agustina Kämpfer, su socio y amigo José María Núñez Carmona, y a Alejandro Vandenbroele, el empresario dueño de The Old Fund, la firma que adquirió en una polémica maniobra la imprenta Ciccone y que dio lugar al inicio de otra causa judicial, en la que Boudou ya está procesado por cohecho, por decisión de Lijo.
Según fuentes judiciales, el magistrado tiene decidido citar a indagatoria a los imputados, con Boudou a la cabeza, en el menor tiempo posible. Por eso planea acelerar el pedido a los peritos, que fueron designados en agosto de 2014 y que comenzaron a trabajar con intensidad en el caso desde hace un año.
En el estudio realizado por los especialistas contables del máximo tribunal se analizaron las declaraciones juradas de todos los acusados, informes de los registros de la propiedad, información de cuentas bancarias y gastos de tarjetas de crédito. En el caso de Boudou, se estudia una serie de empresas que posee a su nombre y todo lo que tiene que ver con su participación en Ciccone, donde Lijo procesó al Vice porque, entendió, intercedió ante la AFIP para pedir una moratoria especial para la imprenta, que luego quebró y pasó a manos del fondo "amigo" The Old Fund. Puntualmente, se busca probar si a partir de su participación en el entramado Ciccone, Boudou incrementó su patrimonio.
En diciembre de 2014, Lijo mandó allanar el Ministerio de Economía, en un operativo de Gendarmería en el que se capturaron expedientes originales donde constaban los gastos en viajes entre 2009 y 2011, años en los que Boudou fue ministro.
Se trata de una de las múltiples causas de Boudou en la Justicia. Ya fue procesado por Ciccone y por la compra de un auto con documentación apócrifa. En ambos casos, casi con seguridad, irá a juicio oral y público en el corto plazo. Además, entre otras cuestiones, Boudou está siendo investigado junto al ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido por haber incurrido, presuntamente, en "maniobras fraudulentas" con fondos destinados a construir viviendas licitadas en 2005 en el Partido de la Costa, donde Boudou comenzó su carrera como funcionario desempeñándose como secretario de Hacienda.
Al ex vicepresidente se lo vio por última vez en la marcha que el kirchnerismo duro realizó a Comodoro Py, justamente, para apoyar a la ex presidenta Cristina Fernández, que declaró ante el juez Claudio Bonadio en la causa que investiga las operaciones de dólar futuro realizadas por el Ejecutivo.
A diferencia de sus años como funcionario, el ex titular del Senado carece de fueros que lo protejan de una eventual orden de detención de la Justicia. Delitos como los que se le adjudican en la causa Ciccone o en enriquecimiento ilícito podrían derivar en penas de hasta seis años de prisión.
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