Ayer se confirmó que la subsecretaria de Ingresos Públicos dejará su cargo y sería reemplazada por el actual titular de la Lotería de Santa Fe, Sergio Beccari. La movida también incluye el ingreso de un hombre proveniente del radicalismo, Pablo Olivares, actual director provincial de recursos de la cartera educativa, quien pasaría a ocupar el lugar que dejó vacante Julio Schneider, quien pasó a formar parte del gabinete municipal de Mario Barletta.

Los cambios, después de los tropezones recientes con el retiro de Daniel Cuenca del Ministerio de Seguridad, podrían sufrir todavía más derivaciones, por lo que funcionarios y voceros oficiales evitaron ayer dar mayores precisiones. Lo único que admitieron fue que es una "reestructuración" de la cartera que continuará manejando Angel Sciara y Carlos Fernández como mano derecha del ministro. Por lo pronto, las modificaciones de áreas y funciones exponen en paralelo una recomposición y avance del radicalismo dentro del Frente Progresista.

La salida de Beren se produce en medio de varios frentes de tormenta dentro de su área (con el sindicato, con empresarios y en la propia interna partidaria), y a los cuales el gobierno de Hermes Binner intenta descomprimir, entre otras cosas, con esta reestructuración.

La disputa política

También se produce en el marco de una durísima puja que se está dando en la Legislatura en torno a los ingresos y gastos en 2010 y los cambios impositivos que pretende instalar el gobierno socialista, que podrían definir el traje económico para lo que resta de su gestión y por ende, sus chances electorales para el 2011.

A esto se le suma además el propio desgaste que produce en la gestión los efectos de la crisis económica que sigue haciendo estragos en los ingresos de las arcas públicas de los distintos niveles de Estado.

Dentro de la Administración de Ingresos Públicos (API), el sindicato libra -casi desde la misma asunción de Beren- una dura pelea por sostener el statu quo del organismo, en abierta oposición a la intención del gobierno de convertirlo en una agencia tributaria, como planteaba el Frente Progresista en su plataforma electoral y la funcionaria intentaba plasmar.

El malestar hacia la gestión que encaraba Beren también lo manifestaron las multinacionales del complejo agroexportador y distintos sectores productivos, luego de que la funcionaria encarara inspecciones tributarias que dejaron al descubierto flagrantes irregularidades en las liquidaciones impositivas.

Si algo faltaba, una de sus principales espadas y hasta hace poco tiempo titular de la API, Nicolás Ruescas, dio un paso en falso al protagonizar una confusa pelea con la titular del organismo de Rosario, Diana Sandoz, disputa que se convirtió en uno de los emergentes de una dura interna dentro del socialismo.