Tan solo un litro de aceite vegetal usado contamina hasta 1.000 litros de agua. Vecinos y comercios pueden separarlo y trasladarlo a los puntos habilitados, donde una empresa se encargará de su recolección y posterior reciclado.
El aceite vegetal comestible, que usamos en casa para freír las milanesas, las papas o los huevos que más nos gustan, es uno de los insumos más importantes en la cocina. Sin embargo, una vez utilizado, se transforma en una sustancia muy contaminante, sobre todo del agua si lo descartamos incorrectamente. El aceite de la sartén no debe ir a parar al tacho de la basura, ni arrojarse en la bacha de lavar la vajilla.
Por esa razón, una empresa ambiental creó una solución fácil y sustentable: la disposición de decenas de puntos limpios en varias localidades de la provincia, donde lo recolecta para su reciclaje. Río Tercero es una de ellas, a través de un convenio firmado con la Municipalidad en el marco del plan de Gestión Integral de los Residuos Urbanos (GIRSU).
El “punto limpio” se encuentra ubicado en la esquina de San Pedro e Intendente de Buono, donde funciona el área de Inspectoría de Tránsito municipal.
El procedimiento es muy sencillo: una vez utilizado el aceite para freír en casa, hay que dejarlo enfriar y, luego, volcar con ayuda de un embudo en una botella plástica. Los pasos se pueden repetir hasta llenar la botella que luego debe ser correctamente cerrada y trasladada al punto blanco más cercano. En el caso de grandes generadores, la firma puede proveer los bidones necesarios para que el comercio separe y acuerde la frecuencia necesaria de retiro.
La empresa a cargo de la tarea se llama Ambiental Cord y es oriunda de Villa Carlos Paz. Posee más de 50 puntos limpios distribuidos por toda la provincia de Córdoba y convenios firmados con 31 localidades, entre las cuales figuran Río Tercero, Hernando, Tancacha, Almafuerte y Oliva en nuestro departamento.
¿Qué destino tiene ese aceite de descarte? La producción de biocombustibles de segunda generación.
La contaminación del agua es una de las problemáticas más graves que enfrenta la humanidad y para la que se busca solución desde distintos aspectos, entre otras medidas, con la generación de conciencia sobre hábitos y prácticas más sustentables. Según un estudio realizado entre la Facultad de Agronomía de la UBA y la empresa santafesina DH-SH, se descartan al año más de cien millones de litros de aceite que fueron utilizados para cocinar frituras.
“Tan solo un litro de aceite usado de cocina puede contaminar hasta mil litros de agua. Con el proceso de recuperación que hacemos, logramos darle nueva vida a este residuo para la producción de un combustible mucho más amigable que el fósil”, señaló Claudio Mior, referente de Ambiental Cord.
La propuesta triple impacto que no genera ningún costo para los municipios ni la comunidad, aporta al desarrollo local, colabora con la concientización social a partir del contacto con instituciones educativas y la colocación de puntos limpios, y brinda un beneficio ambiental con la recuperación de un residuo que puede ser dañino tanto con el agua como la tierra.
Cada uno en el hogar puede aportar su granito de arena con esta acción tan sencilla como fundamental para el medio ambiente.
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