"La forma de salir es que el Gobierno construya las condiciones necesarias para no darle la razón a quienes critican la firma del acuerdo", sostienen dirigentes que se consideran prescindentes en la pelea interna y son críticos del FMI.
El Frente de Todos transita uno de los momentos de mayor tensión interna desde que fue constituido y las peleas a cielo abierto entre las cúpulas del oficialismo vaticinan escenarios complejos para el campo nacional y popular. En ese contexto, un grupo de intelectuales, entre los que figuran los tres asesores presidenciales, Alejandro Grimson, Ricardo Forster y Dora Barrancos, y algunos funcionarios del gobierno, pero también figuras más vinculadas al kirchnerismo, emitieron un comunicado en el que hicieron un llamado a la unidad y al diálogo. Otros sectores de la alianza gobernante, que no se identifican completamente ni con el kirchnerismo ni con el albertismo, también están preocupados por la situación y consideran que el peronismo actualmente se encuentra en una encerrona: si rompe la unidad, en 2023 es derrotado por la derecha; si luego del acuerdo todo sigue tal cual está, sin grandes modificaciones que mejoren la calidad de vida, también implicaría una derrota. La forma de salir de esta encrucijada, consideran, es que el Gobierno "construya las condiciones necesarias para no darle la razón a quienes con argumentaciones válidas critican la firma del acuerdo".
Quién va a pagar la deuda y cómo harán desde el peronismo para construir una fuerza que permita torcer el destino que lleva a que las políticas iniciadas por los gobiernos neoliberales siempre terminen recayendo en los que menos tienen es la gran tarea que tiene por delante el FdT para salir del laberinto. "La única alternativa que tenemos es demostrar de acá al año que viene que la firma del acuerdo no significó ajuste, tal como se dijo", opinan integrantes del FdT que no concuerdan con el enfrentamiento que cada día escala más entre La Cámpora y el albertismo. Más allá del reclamo al sector más ligado al Presidente, también consideran que es perjudicial que la agrupación que lidera Máximo Kirchner horade la figura del mandatario y destacan que la mayoría de la sociedad no lee las cartas que escriben los dirigentes, ni siguen al detalle los debates y ataques constantes entre las distintas tribus oficialistas.
El documento de los intelectuales
"En varios casos la unidad vive procesos de tensión y podría terminar en un proceso de alta fragmentación. Donde eso ocurra --y esta es nuestra principal preocupación-- habrá un camino expedito para el retorno del neoliberalismo", dice el grupo que este domingo difundió el documento. Además de estar firmado por los asesores presidenciales y funcionarios como la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, y la titular de Cascos Blancos y exministra de Seguridad, Sabina Frederic, suscribieron intelectuales como Jorge Aleman; María Seoane; María Esperanza Casullo; Graciela Morgade; Carolina Mera; Edgardo Mocca; Eduardo Jozami; Eduardo Aliverti y Diego Tatián, entre otros. La idea de realizarlo surgió de un almuerzo en Casa Rosada entre Forster, Grimson y Aleman, ante la sensación de que "las bases ven que el FdT se rompe por arriba".
En otro fragmento del escrito, agregan que "hay que crear ámbitos para que la diversidad pueda desplegarse y tener siempre muy claro dónde está la contradicción principal". También se pueden leer argumentos a favor del Presidente y de la negociación con el FMI, como cuando destacan que "hay decisiones que un dirigente debe tomar porque son necesarias para el país y el bienestar de la población, aunque a veces pueden no ser convenientes para su capital político o su futuro electoral".
Más allá del escrito, el diputado Leandro Santoro realizó una defensa del mandatario --que luego fue retuiteada por Fernández-- en la que sostuvo, refiriéndose a quienes votaron en contra del acuerdo, que "no solamente estuvo mal la decisión de no acompañar, sino que para que un gobierno sea efectivo requiere que todos sus funcionarios estén alineados con el Presidente". Consultados por este diario, dirigentes de La Cámpora, no quisieron opinar sobre el documento, ni sobre las declaraciones de Santoro. Sin embargo, algunas personas cercanas indicaron a este diario que "el documento los va a irritar porque aparecen intelectuales que eran referenciados con el espacio de la Vicepresidenta". Destacan que, por más que la urgencia es actuar en el plano de los hechos, es bueno que haya ese tipo de reflexiones porque "hay que parar".
"La gente no tiene tiempo para nuestras peleas, está esperando ver resultados, un plan concreto, y eso es lo que tenemos que construir", opinan quienes enarbolan posturas más neutrales dentro del oficialismo, a las que les preocupa tanto la inacción por parte del Presidente --en diálogo con Página12 desde el entorno de Fernández aseguraron que las discusiones entre los distintos sectores son "normales" y "suceden a menudo sin que se rompa la alianza", y que tampoco tienen en mente ningún plan a corto plazo para calmar la situación interna--, como así también la actitud de La Cámpora de "tensar todo el tiempo y tratar de salvarse solos".
Desde el entorno del mandatario aseguraron a este diario que descartan cambios en el gabinete e insisten que la única prioridad para el Gobierno es que el acuerdo con el FMI, que esta semana será tratado en el Senado, sea aprobado. Uno de los que está en la mira de los sectores más kirchneristas es el ministro de Economía, Martín Guzmán. Desde La Cámpora culpan a Fernández por perder las elecciones de medio término y por no haber conseguido la aprobación del presupuesto. Por más que hay diversos interlocutores, el diálogo entre los sectores es muy escaso.
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