Según la FAO se prevé un incremento de la producción global de leche en 153 millones de toneladas anuales entre 2010 y 2020, y el 73% de este aumento lo generarán los países en desarrollo, como Argentina y Brasil. En cambio, en los países desarrollados el ordeñe caería por debajo del 50%.
En los últimos 20 años, la producción de leche fluida en América Latina viene creciendo más que el promedio global, en términos porcentuales (108% contra 31%). "En este sentido, América Latina comparte con Asia la característica de haber mostrado el mayor dinamismo en la producción de leche en las últimas dos décadas", plantea el estudio de la BCR.
En la Argentina, entre 2000 y 2010, el ritmo de ordeñe estuvo estancado alrededor de los 10.000 millones de litros anuales, aproximadamente, mientras que Brasil y Uruguay seguían creciendo. "La buena noticia es que en los últimos dos años, se verificó un importante aumento en la producción: se obtuvieron 11.600 millones de litros en 2011 y 11.300 millones de litros en el 2012", destaca el trabajo de Calzada y Mateo.
El 75% se consume en el mercado interno y el 25% restante se exporta. En la actualidad, la Argentina es el 4° productor mundial de leche en polvo, el 9° en la elaboración de quesos y está 16° en el ranking global de producción de leche fluida en los tambos.
Pero a pesar de este buen escenario, y las enormes ventajas competitivas de la cuenca lechera central, la producción argentina de leche enfrenta algunos problemas estructurales, que analizó Fabio Arredondo, director del Centro de Estudios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF), en el congreso de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), que se realizó hace unos días en la ciudad de Santa Fe.
Arredondo contó que entre 2006 y 2012 se perdieron alrededor de 500 tambos sólo en la provincia de Santa Fe. En algunos casos son establecimientos que no pudieron competir con la agricultura, pero también hay un fuerte proceso de concentración de la producción de leche que ya lleva casi tres décadas. Sobre este punto, los números de la BCSF precisan que en 1988 había 30.000 tambos en el país y en la actualidad existen unos 11.000 establecimientos.
En los últimos años también aumentaron fuerte los costos de estructura. "En 2011, se necesitaban 886 litros de leche/hectárea/año para cubrir las erogaciones de la explotación; en el 2012, en cambio, se precisaron 1.624 litros de leche/hectárea/año para cubrirlos; es decir que se registró un aumento del 83%", dijo Arredondo.
A pesar de estos indicadores, los dos estudios aseguran que la producción láctea argentina tiene un enorme potencial de crecimiento, "Una de las claves es lograr acuerdos sectoriales entre los principales actores, para aprovechar estas oportunidades. Y hay que mejorar la rentabilidad del productor", concluyó Arredondo.
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