Federico Silveyra, Juani Mateo, Rodrigo Sanchez y Juan Levrino hablaron con Infoeme del ascenso que consiguieron la semana pasada en Concepción del Uruguay. Los cuatro jugadores formaron parte de los dos planteles albinegros que participaron del Torneo Federal, tanto en esta temporada como en la anterior. “Creo que el fiel reflejo de lo que logramos son las lágrimas de los que son hinchas del club”, dijo Juani Mateo.
¿Tomaron conciencia del logro que obtuvieron?
Silveyra: “Recién ahora caigo un poco de lo que está pasando, con el día a día en la calle, con el cariño de la gente te das cuenta”.
Sanchez: “Uno en el momento cuando está jugando y recién termina el partido, no dimensiona lo que logró. En el día a día, cuando la gente te saluda o te felicita en la calle recién dimensionamos un poco más lo que logramos. Pero la verdad que si, muy contento y muy feliz”.
Mateo: “Creo que el fiel reflejo de lo que logramos son las lágrimas de los que son hinchas del club, la gente que compartió muchas cosas durante el año con nosotros y el año pasado también, y verla tan feliz y disfrutando tanto. Era lo que teníamos que hacer nosotros. Jugar al básquet y tratar de subir porque era el objetivo, y creo que ellos son el espejo de lo que logramos en Regatas, jugando afuera, con autoridad y ahora lo estoy disfrutando y mucho”.
Levrino: “Personalmente no vi mucho, recién ayer tuve un tiempito para entrar en redes sociales y tomar dimensión de lo que fue. El viaje hasta allá, toda la gente que movilizó Estudiantes. Recién acabo de ver un video con el resumen de la final y el festejo y se me puso la piel de gallina. Van a pasar varios días, semanas y vamos a seguir sintiendo la misma emoción. Es algo hermoso y hay que disfrutarlo porque no pasa siempre y la verdad es que lo ganamos de punta a punta y fue un sacrificio bárbaro”.
¿Creen que el cambio de plantel fue significativo para lograr el campeonato?
Levrino: “El objetivo siempre fue el mismo, pero por ahí las ganas de revancha de nosotros, creo que así lo sentimos los cuatro, fueron distintas. Los que estuvieron tenían las mismas ganas que los que vinieron. En esta temporada tuvimos situaciones en las que no flaqueamos y nos mantuvimos de punta a punta arriba en el torneo”.
Silveyra: “Creo que lo que influenció tal vez también fue la localía que nos ganamos por ser el 1 del país”
¿En que momento se sintieron concientes de que las posibilidades de ascender eran serias?
Mateo: “Creo que desde el inicio, pero para ser campeón es un combo, también tenés que lograr el número uno para tener la localía todo el año. Creo que fue un punto diferente a lo que fue el año pasado. El primer partido de importancia fue el segundo con Mendoza acá que estábamos para el cachetazo, y un empuje de todos, con Juan Abeiro a la cabeza, peleando con los pivots de ellos y metiendo goles importantes, nos dio fuerzas. Después con Ferro fue algo que todo el mundo decía “el que gana este playoff es el campeón” y era así, los dos equipos más fuertes que tenían mejores planteles. Y fue un playoff duro, que llevó a un quinto partido, con uno que teníamos que buscar allá, y el cuarto punto que ganamos fue un envión anímico importante para nosotros y creo que para toda la gente. La cancha fue una fiesta y estuvimos a la altura del playoff que se estaba jugando”.
En contraposición, ¿sintieron en algún momento que no se lograba el objetivo?
Sanchez: “El entretiempo en Ferro fue durísimo, estábamos 12 puntos abajo y jugando mal y que no le encontrábamos la vuelta al partido, no podíamos defender, no podíamos atacar, no podíamos hacer nada”.
Silveyra: “Contra Mendoza no podíamos entender como estábamos jugando. Sin desmerecer a ellos, no entendíamos”.
Sanchez: “Si perdíamos ese partido sin dudas era un fracaso, aparte estábamos 13 puntos arriba en el segundo tiempo. Fue un partido raro”.
Levrino: “Fue la suerte del campeón”.
Mateo: “Para mi el campeón tiene un combo, tiene que tener suerte y tener momentos justos para aprovechar, y jugar bien. Creo que es todo. Todos tuvimos momentos que aprovechamos bien y se dio todo”.
¿Esperaban un recibimiento así como el que tuvieron el viernes?
Silveyra: “En lo personal, en época de Liga Nacional he ido a recibir cuando venía el plantel, y era así. Me sorprendió un poco porque hace mucho tiempo que no se lograba algo así, hace más de 10 años. Me sorprendió la gente, la verdad que fue muy lindo. En la Municipalidad donde nos juntamos todos me sentí Maradona en el ’86, fue muy loco, pero no me sorprende la gente de acá”.
Mateo: “Yo siempre quise un recibimiento así, lo veía en otros equipos, lo imaginaba… Antes de empezar la temporada dije que soñaba con ver a toda la gente esperándonos en el puente y que nos reciban ahí. Y lo más lindo de todo es que nos mirábamos y somos conscientes de que nosotros generamos todo eso, en el día a día esforzándonos y jugando y ganando. Creo que es lo que nos tenemos que llevar para el día de mañana en que no estemos más y decir que nosotros generamos esto”.
Silveyra: “Cuando arrancamos nosotros, la temporada pasada no iba nadie a la cancha. Es más, salimos campeones provinciales y a la cancha iban 8 personas, pero después el acompañamiento fue en crecimiento”.
Sanchez: “El otro día miraba fotos y no había nadie en la cancha ni en la platea en los primeros partidos”.
Levrino: “Pero llegamos a las finales y nos encontramos que cuando tirábamos al aro, una hora y media antes del partido ya había gente. Un clima hermoso”.
¿Se siente presión con el Maxigimnasio lleno de gente?
Sanchez: “Particularmente creo que no, no sé si es presión. Te motiva a jugar y a ganar y también depende de lo personal de cada uno que lo toma distinto. Particularmente gracias a Dios no me pongo nervioso, lo tomo de otra manera y con una motivación y con ganas mas que nada”.
Levrino: “Es una sensación linda. El querer entrar a ‘comerte la cancha’, creo que lo sentimos todos”
¿Qué les dio Olavarría en estos dos años?
Mateo: “En lo personal he conocido mucha gente muy buena que considero amiga, conocí a mi novia, que espero que sea algo para toda la vida a partir de ahora. Creo que lo pasamos muy bien en estos dos años, nos han pasado cosas buenas y eso también se refleja en la cancha. El grupo se forma a partir de eso, de buenas personas, que todos tiran para el mismo lado y no es casualidad. Nosotros cuatro podemos decir que somos el reflejo de que hay que tirar para adelante para conseguir el objetivo que todos queríamos”.
Sanchez: “Venimos peleándola desde el año pasado, más allá de lo deportivo que se dio y gracias a Dios hoy podemos decir que somos un poquito mejor jugadores que hace dos temporadas atrás. La amistad que logré con ellos que no los conocía, y también con gente que no tiene nada que ver con el básquet, que no está en el equipo ni en directiva, es algo que me llevo. Conocí mucha gente buena, que es lo que más guardo y me queda”.
Levrino: “En lo personal, más o menos lo que dijeron los chicos, la amabilidad y predisposición de la gente de Olavarría es increíble. Me sorprendí y me llegué a sentir uno más. Me hice muy amigo de una familia de acá que entre comillas “me adoptaron” porque me compartieron todo. Ellos se sintieron este campeonato conmigo, porque vivieron como yo con intensidad hasta ultimo momento. En lo basquetbolístico creo que he madurado como jugador”.
Tal vez la pregunta es obvia, pero ¿tienen ganas de seguir?
Levrino: “Si, es una ciudad linda, tiene todo para acoger al equipo. Nos han brindado todo, con eso hay que sacarse el sombrero, tanto la dirigencia como la gente. Tuvimos dos años bárbaros y cualquier jugador quisiera estar con la comodidad y tranquilidad que estamos nosotros. Recién ahora el básquet se está volviendo más profesional, que es lo que tiene que ser, porque somos jugadores, vivimos de esto, y uno lo que espera es sentirse bien. Y Olavarría y Estudiantes no fue la excepción este año se portó excelente en todo”.
Mateo: “En los dos años, nosotros mejoramos nuestro juego y ellos mejoraron como dirigentes. Fue un crecimiento día a día. La dirigencia era nueva y fue aprendiendo y creciendo como nosotros”.
Levrino: “Es un club con mucha historia, pero con dirigentes nuevos casi sin mucha experiencia, pero que tienen muchas ganas”.
Mateo: “Creo que Jose (Pisani) es la cabeza de todo esto, que enseñó un sistema de cómo se manejan los clubes grandes y Estudiantes acertó en abrir la cabeza y escucharlo y tratar de hacer lo mejor posible. No hubo conflicto, todos queríamos lo mejor para el club y lo mejor para nosotros y fuimos de la mano con eso, y conseguimos estas cosas”.
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