Teléfonos al rojo vivo, el desembarco de los funcionarios y las ausencias libertarias

Teléfonos al rojo vivo, el desembarco de los funcionarios y las ausencias libertarias

La sesión volvió a poner en jaque al oficialismo, cuyo magro bloque en Diputados tuvo que mostrarse cohesionado; la aparición del ministro del Interior generó dudas sobre los avales de un artículo clave para el Gobierno

 

Delfina Celichini

La debilidad parlamentaria del Gobierno quedó nuevamente expuesta en el primer día de discusión de la reversionada Ley Bases y el paquete fiscal de Javier Milei. A pesar de la intención del oficialismo de llegar “con los acuerdos cerrados” al recinto, algunos artículos todavía siguen en la cuerda floja y en el Poder Ejecutivo se encendieron las alarmas. La delegación administra al Presidente, con la posibilidad de disolver, transformar, modificar o eliminar competencias de organismos públicos es una de ellas. La presencia del ministro del Interior, Guillermo Francos, en el Palacio Legislativo incrementó las dudas sobre los avales de esta prerrogativa.

“Vino a saludar”, comentaron a LA NACION allegados a Francos. Tras bambalinas, no obstante, legisladores del oficialismo y la oposición reconocían que los votos para evitar el fracaso del artículo 3, por el que se pretende facultar al Presidente para avanzar en una desregulación administrativa, no estaban asegurados. Por eso, los teléfonos empezaron a sonar.

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Fue después de un inicio de sesión accidentado, con intercambio de alto voltaje sobre el ordenamiento de la discusión en el recinto. Si bien el oficialismo logró por 140 avales definir que la votación en particular será por capítulos y de manera nominal, el kirchnerismo, un sector del radicalismo más intransigente y la izquierda presionaron para hacerlo por artículos, la misma modalidad que hizo naufragar la versión original de la ley ómnibus en febrero.

Eduardo “Lule” Menem, primo del titular de la Cámara baja y fiel ladero de Karina Milei, observaba con atención la discusión por el plan de labor parlamentaria desde los palcos. Lo acompañaban el subsecretario de Integración Socio Urbana y armador bonaerense, Sebastián Pareja, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, protagonista indiscutido del tramo final de las negociaciones con la oposición, y María Ibarzábal Murphy, titular de la Secretaría de Planeamiento Estratégico Normativo. Junto a Francos, los emisarios de la administración libertaria supervisaron el desarrollo del debate desde los palcos o en el despacho de la presidencia de la Cámara, en el primer piso. Por la noche llegó también Karina Milei, que se mostró en los palcos.

La diputada libertaria Lourdes ArrietaPilar Camacho - LA NACIÓN

Martín Menem tiene dos desafíos por delante. Por un lado, pretende tomar revancha del pasado 6 de febrero, cuando fracasó en su intento de aprobar el proyecto fundacional del Poder Ejecutivo y terminó ordenando su regreso a comisiones. Por el otro, procura agilizar el debate para evitar que se esté discutiendo el miércoles 1º de mayo, con los gremios movilizados en la calle por el Día del Trabajador, en contra del Gobierno.

Ambos objetivos los deberá afrontar con un cuadro gripal que transitó durante el fin de semana. “Tengo fiebre, pero de acá no nos sacan ni muertos”, dijo el presidente de la Cámara baja en declaraciones radiales antes de ingresar al Palacio Legislativo.

Su tropa también tiene múltiples frentes abiertos. A la par del desgranamiento del bloque de La Libertad Avanza (LLA), el oficialismo vuelve al recinto para defender las iniciativas de su Gobierno, que necesita esta victoria legislativa por cuestiones programáticas, pero también para enviar una señal de robustez a los mercados y al Fondo Monetario Internacional (FMI). Por eso, dejaron sus diferencias de lado y esta tarde priorizaron mostrar cohesión a pesar de las tensiones que imperan dentro del espacio, hoy conducido por el cordobés Gabriel Bornoroni.

“Todos hacen como si no pasara nada, pero falta mucha unidad”, confió a LA NACION un referente de La Libertad Avanza (LLA). Después de la intempestiva salida de Oscar Zago como jefe de bloque, quien se llevó consigo a dos legisladores del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), las internas se multiplicaron. Si bien las fugas se detuvieron, quienes quedaron al borde de la ruptura postergaron su decisión para después del debate de los proyectos del Poder Ejecutivo.

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Por eso, la ausencia de Marcela Pagano fue notoria. Los números del oficialismo son por demás ajustados y el faltazo de una integrante de su bloque pone en jaque algunos de los puntos más resistidos por la oposición. La reimposición de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, así como el artículo 3, son dos ítems en la cuerda floja. Según pudo saber este medio, la diputada sigue con problemas de salud y, si bien ya no se encuentra internada, sus médicos le recomendaron hacer reposo.

Pagano protagonizó junto a Zago un enfrentamiento público con el presidente de la Cámara, Martín Menem, quien se niega a reconocer su nombramiento como presidenta de la comisión de Juicio Político. Este desaire a viva voz dejó a Pagano en una posición incómoda dentro del oficialismo, aunque evitó pegar el portazo “hasta no hablar personalmente con el Presidente”, tal como indicaron cerca suyo.

La diputada Cecilia MoreauPilar Camacho - LA NACIÓN

A pesar de estos chisporroteos, en la bancada conducida por Bornoroni nadie planea rebelarse contra la Ley Bases y el paquete fiscal. Ni siquiera Zago (MID) o Carolina Píparo (Buenos Aires Libre), con bloques propios.

“Voy a acompañar todo”, dictaminó la excandidata a gobernadora bonaerense de Milei en diálogo con LA NACION. En febrero, tras el fracaso de la primera versión de la ley ómnibus, sufrió en primera persona el ataque directo del Presidente, quien la incluyó en la lista de “traidores” por no votar a favor de algunos de los puntos de la iniciativa.

“No comparto una lista negra porque no la compartí con el kirchnerismo y estoy en la vereda opuesta de eso, pero creo que son momentos de enojo que no se volvieron a repetir y me parece que está bien aprender de la experiencia”, consideró Píparo. Tras ese episodio, la diputada aclaró que no pudo hablar con Milei, aunque sí con otras personas de LLA con las que pudo limar asperezas.

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