El nuncio fue con bombos y platillos y como ya nos tiene acostumbrado el gobernador misionero, Maurice Closs, cada vez que se encuentra entusiasmado, lo publica en las redes sociales. “Visiten Salto Encantado, habilitamos el nuevo drugstore. Para Julio se vienen las telecabinas!!!”, decía el gobernador misionero en su cuenta de Twitter, allá por el 2012.
Llegando al cuarto mes de 2015, un informe de un diario gráfico local, da cuenta del retraso, las fallas en la obra y el presupuesto triplicado para una obra que ni siquiera tiene fecha cierta de terminación. Según este medio, también pudo confirmarse que a fines del año pasado, debido a las intensas lluvias y consecuentes inundaciones, la obra tuvo graves fallas estructurales.
A pesar de ello la empresa RBM sociedad de Responsabilidad Limitada, recibió los pagos en tiempo y forma. Triplicando su presupuesto, desde 2010 (cuando comenzó la obra) hasta este 2015, donde la misma se encuentra inconclusa.
En tanto la excusa por parte de uno de los impulsores de la idea, el Ministro de Turismo Sergio Dobrusin, dijo que hubo “errores en la medición”. Por este yerro, debieron empezar todo desde cero las columnas para el transporte de las telecabinas.
Luego de estas fallas, propios y ajenos al Gobierno renovador, señalan la inexperiencia de RBM, en construcción y montaje de en medios de elevación. En este sentido cabe recordar que en la Argentina existen compañías con amplia experiencia en este tipo de transportes. Es el caso de la firma Ingeniería Secul Bariloche. Esta empresa es de renombrado prestigio en este tipo de construcciones, pero el Gobierno provincial prefirió derivar la obra a una compañía con inexperiencia en el rubro.
Hay que resaltar que la compañía RBM S.R.L, es una de las favoritas del gobernador Maurice Closs. En su página web señalan que construyeron la Escuela de Suboficiales de la Policía de Misiones, la Escuela Nº 875 de Puerto Iguazú; la Escuela Nº 690 de Puerto Esperanza, la ampliación de la Nº 722, también de Iguazú, entre otras obras multimillonarias.
No es novedad que las empresas constructoras son un sistema utilizado por la mayoría de los gobernadores, como para hacerse de “ahorros” extras. Eligen a cuatro o cinco; las construcciones más importantes son para las empresas más allegadas al poder político y luego, según cuenta la “leyenda”, reparten porcentajes dinerarios (según el monto de la obra). A valores actuales fuentes de la construcción hablan de ente un 7 a un 10 por ciento del total del prespuesto ¿Será este el caso?
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