La Tasa GIRSU fue duramente criticada por el abogado ambientalista local, Kevin Ballesty. El letrado dijo directamente que “es un impuesto encubierto”. “Tienen que salir a conseguir plata como sea, y a esta joda se la van a trasladar al vecino y contribuyente”, acusó el especialista.

Mientras la tasa que se busca imponer para activar la recolección de residuos sólidos urbanos en toda la provincia (denominada “Tasa GIRSU”) encuentra cada vez más detractores, el abogado ambientalista Kevin Ballesty fue mucho más allá en su análisis y crítica, indicando que no se trata de una tasa sino de un impuesto encubierto, y que al despilfarro que significó la creación de la empresa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) lo pagarán los residentes jujeños.

Sin dudas

“La sociedad está llena de dudas con respecto a la “Tasa GIRSU”, y en realidad no hay ninguna duda: no es una tasa, es un impuesto encubierto que el gobierno pretende imponer a la gente, con el cual busca compensar los ocho años de derroche y despilfarro de dinero. A través de la empresa GIRSU y el Ministerio de Ambiente se dieron cuenta que no tienen plata para pagar, están en una época de extrema escasez, y tienen que salir a conseguir plata como sea. Y a esta joda se la van a trasladar al vecino y contribuyente, lo ambiental es un tema secundario”.

Exprimiendo a la Tierra

“El proyecto es “Pachamama yo te exprimo”, porque con el verso del cuidado de la Pachamama y todas las cuestiones ambientales que ellos propusieron desde el día que pusieron un pie en Casa de Gobierno, se dedicaron a exprimir a la provincia a través de proyectos de tinte ambiental, que son muy beneficiosos en los papeles, en los textos de las leyes, sobre todo en la ley GIRSU, pero en la práctica llegan a estos extremos: una provincia fundida, sin un peso. Tienen que salir a pasarle la factura del derroche, el despilfarro, a cada ciudadano de cada municipio. No lo cobra la provincia directamente, traslada la obligación, les mete presión a los municipios, a los Concejos Deliberantes, para que ellos cobren. Es una ensalada de irresponsabilidades”.

Sin relación

“Esta es una tasa que, en teoría, viene a pagar los servicios de Gestión Integral de Residuos Sólidos urbanos. La Ley GIRSU nace con la intención de revalorizar los residuos, que la gente recupere, reutilice, reduzca el uso, recicle. Entonces, si esta ley tiende a que la gente cada vez saque menos basura a la calle, porque tiene más conciencia del valor del residuo, la tasa, de llegarse a cobrar, se debería basar en lo que uno consume y saca como residuo. Si no, no tiene punto de relación. Hoy lo ponen en base al consumo eléctrico; mañana lo cambian y lo ponen en base al patrimonio de cada uno. Entonces, los que más tienen más pagarán, o los que más consumen energía, más pagarán. La Tasa GIRSU es un delirio, es un manotazo de ahogado de la gestión de Zigarán, de GIRSU Sociedad del Estado, por trasladar la factura a la gente. Es una irresponsabilidad tremenda del gobierno”.

“Violan los propios criterios de la ley GIRSU; la tasa habla de grandes generadores, para los que se hará una tasa diferenciada, y que la tasa se fijará en razón del costo de toda la gestión integral, desde la recolección, el traslado, cuando se depositan transitoria y finalmente los residuos. En ningún apartado la ley dice que la tasa se fijará en razón del consumo energético de cada hogar o establecimiento comercial”.

“Llegado el caso, una oficina no consume tanto como una casa. Pero pensemos que hay un señor que tiene un establecimiento industrial, está inscripto como generador de residuos peligrosos, que tiene un consumo energético altísimo, pero que quizá no genera muchos residuos sólidos urbanos. ¿Por qué tiene que pagar una suma bestial, que superaría los $ 200.000 por mes? Es más fácil no pagar, comprar un camión y encargarse de sus propios residuos sólidos urbanos, porque hay empresas que no generan tantos residuos, y sin embargo tienen un consumo energético elevado. Los matarán, porque terminarán pagando fortunas por un servicio que, prácticamente, no reciben”.

Tomar deuda

“Esto nos da la razón en las millones de veces que dijimos que, lamentablemente, esta fue una empresa creada para salir a tomar deuda, manejar mucho presupuesto, bancar militancia, y después lo ambiental les importa poco. Ahora que tienen la soga al cuello, que saben que no tienen un mango para pagar, tienen que salir a raspar la olla y pedirle al vecino que se ponga la camiseta una vez más”.

Ministra de Ambiente, María Inés Zigarán

Sin garantías

“No hay garantías de que los residuos patógenos se traten como se debe, porque nadie sabe cómo funciona el centro. Se pidieron 200.000.000 de euros, un número gigante. Se gastó ese dinero en el Centro Ambiental Jujuy; sobra plata para lo que gastaron ahí. El tema es que esto no funciona, no hay garantías de que los patógenos no terminen en la misma fosa que los residuos comunes. Con esta gente no se tiene garantía de nada, solo de que te pedirán que salgas a pagar lo que gastaron”.

Dar pruebas

“Tengo muchas dudas respecto a la prolijidad ambiental del Centro Ambiental Jujuy, pero no es obligación mía salir a conseguir esas pruebas, son ellos los que tienen la obligación de informar, porque es una empresa del Estado y les compete la Ley de Acceso a la Información Pública Ambiental, y además, porque se tomaron actos de gobierno. La provincia pidió prestados euros y dólares para construir todo eso y para hacer que funcione a la perfección. Es una obligación de ellos de salir a mostrar eso, y si saliera bien, puedo asegurar que empapelan Jujuy mostrándote cómo lo hacen”.

Trabajadores

“Con GIRSU venían a revalorizarse los residuos, la empresa vendería todo lo que reciclaba, iban a poner en valor el perfil de los recolectores urbanos. Los trabajadores capaz que figuran como cooperativistas, donde GIRSU estaría negreándolos, utilizando una cooperativa sin aportes jubilatorios, sin sueldo conforme Convenio Colectivo de Trabajo, sin ART, sin obra social. De todo lo que prometieron no cumplieron con nada, lo único que cumplieron es que salieron a pedir prestados hasta US$ 50.000.000 como figura en esa ley, que es el tope que tiene el Estado para pedir para poder sostener a la empresa”.

Nadie los ayuda

“Ya no les presta nadie porque no tienen un peso, porque no tienen credibilidad, porque no tienen capacidad para pedir prestado. Queda ahora el manotazo de ahogado y pasarle la tasa GIRSU a la gente para que se haga cargo. La gente paga LIMSA, alumbrado, barrido y limpieza. En otros municipios del interior también se paga ABL, y encima tienen que pagar la tasa GIRSU”.