Una tapita de plástico que iba a terminar en la basura se convierte en un mueble y de su construcción están a cargo jóvenes en situación de vulnerabilidad. Ese es el trabajo que realizan en el barrio La Merced de San Salvador de Jujuy a través de Ecoplast, un proyecto que forma parte de la iniciativa Cuidado de la Casa Común de la Pastoral Social del Obispado.

Una de las referentes del proyecto, Claudia Delgado, destacó que trabajan en dos ejes: “la concientización, que estamos haciendo en 17 escuelas, y el objetivo general es generar trabajo a jóvenes”. Con relación a ese último punto indicó que “actualmente están trabajando personas en situación de vulnerabilidad”.

Florencia Arcienega es coordinadora de Ecoplast y detalló cómo es el proceso de producción. “Lo que primero hacemos es recibir las tapitas, lavarlas y seleccionarlas por color, para que queden definidos”, inició explicando.

El segundo paso es la máquina trituradora. “Hacemos 4 pasadas y pasa por la extrusora, donde toma calor, se derriten y terminan en el molde. Después pasamos a la pileta para el enfriado de la madera plástica”, agregó.

Una vez que los listones están finalizados, “los carpinteros ensamblan y producen sillas y bancas". Florencia hizo hincapié en que “todo es con tapitas” y que en algunas ocasiones se realiza una mezcla con un 10% del cuerpo de la botella. Para fabricar un listón son necesarias alrededor de 800 tapas.

“Lo que hacemos es impactar en los vecinos que vienen y colaboran. Juntan las botellas, las tapitas y aquí somos un punto de acopio”, precisó la joven, reconociendo que logran “generar un cambio”.

Paola Marsa también forma parte del equipo que en la actualidad está integrado por un total de 15 personas. “Nos dividimos por áreas: está el equipo de producción, de recursos humanos y de carpintería. A partir de los plásticos formamos muebles”, apuntó sintetizando en una frase la gran tarea de múltiple impacto que realizan.