Los días tórridos con los que se despide enero también pone en crisis el abastecimiento de agua potable en las quince ciudades asistidas por Assa, la empresa reestatizada por la provincia de Santa Fe.
Sólo el miércoles, la distribución en la ciudad capital fue de 174 millones de litros, el pico de lo que va de la temporada. Esa cantidad significó un promedio de 450 litros por habitante, casi el doble de la media internacional. Y en Rosario, la demanda es mayor: 550 litros per cápita, lo que suma 650 millones de litros diarios.
Ante semejante presión de consumo, Assa reconoció deficiencias de servicio en Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Funes, Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez, pero alegó que su planta funciona "al máximo de la capacidad disponible". Por eso, ayer difundió un comunicado para pedir a la población que "extreme los cuidados para evitar el derroche". Y divulgó el consumo de agua que deparan algunas tareas cotidianas como lavar el auto con manguera (500 litros), una descarga del tanque del inodoro (10/20 litros), un baño de inmersión (150 litros), entre otros.
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