Por Gonzalo Prado

Enfrentados en suelo argentino por la futura papeleta presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, coincidieron durante 48 horas en los Estados Unidos. Con sus respectivas giras y objetivos diferentes, ambos procuraron mostrarse como contendientes para la disputa del macrismo de cara a las elecciones del 2023. Una en la Florida, el otro en la sede del poder, en la capital norteamericana, o halcones y palomas. 

La distancia entre la exministra y el alcalde no fue solamente en las formas de hacer política y el pensamiento de cada uno esbozado en su respectiva campaña presidencial: en el país del norte, también fue geográfica. Bullrich decidió desembarcar en Miami mientras que Larreta hizo lo propio a 1.691 kilómetros de ella, en la capital del país, Washington. 

Con su presencia en la ciudad balnearia de Florida, acompañada por el legislador porteño y jefe de campaña, Juan Pablo Arenaza, la titular del PRO dio el primer paso en lo que será su estrategia para captar el voto argentino en el exterior. Según pudo reconstruir Letra P, la presidenciable amarilla tiene pensado una vez por mes viajar a aquellos lugares donde haya un gran grupo de argentinos habilitados para votar.

“El domingo hizo un evento muy grande con residentes argentinos, lo vamos a repetir este martes antes del partido de la selección que ella verá justamente con ellos. La clave del viaje fue buscar construir esa agenda de viajes”, adelantó uno de los estrategas de la campaña de Bullrich, poco antes de que el equipo e Lionel Messi le ganara a Croacia. 

En la ciudad más latina de los Estados Unidos, la exministra de Seguridad también dedicó buena parte de su agenda a mantener reuniones con el Círculo Rojo local. Fue un encuentro en el que participaron empresarios del rubro energético y turístico. Luego tuvo su disertación en el foro de “Política y Crimen Organizado” del Interamerican Institute for Democracy en donde hizo foco en el capítulo argentino y donde contó algunas experiencias de su gestión. El cierre de ese evento estuvo a cargo de Carlos "El Zorro" Berzaín, exministro de Bolivia y prófugo de la Justicia por liderar represiones y matanzas.

Larreta, por su parte, se focalizó más en desfilar ante el establishment de la política norteamericana, al centrar su agenda en Washington para tejer relaciones con la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. La clave de sus encuentros fue que, por primera vez, el dirigente se sacó el traje de alcalde y se calzó el del candidato presidencial, algo por lo que le insistió el secretario general, Fernando Straface, organizador de la agenda de los desembarcos internacionales del jefe de Gobierno. Afuera del país, al menos, Larreta no disimula sus aspiraciones.

Ese cambio, explican en Uspallata, se cimentó en la necesidad de dar un mensaje de compromiso con la candidatura al Círculo Rojo norteamericano como también a la administración demócrata. La primera reunión fue con alguien con el que Larreta ya se había visto: el asesor en temas ambientales de la Casa Blanca y exsecretario de Estado, John Kerry. 

Luego llegó la cita de mayor importancia para Larreta y Straface, con el miembro del Consejo Nacional de Seguridad y máximo referente político de Biden para América Latina, Juan González. “Es el que más conoce de la región en la Casa Blanca y está perfectamente al tanto de lo que sucede en Argentina”, expresaron en el entorno del jefe de Gobierno. 

En el medio de esas reuniones también tuvo tiempo para juntarse con las autoridades del establishment de la capital de los Estados Unidos en especial con los miembros de la US Chamber of Commerce. De esta forma, dos de las figuras del PRO que buscan sentarse en el sillón de Rivadavia en 2023 tuvieron su periplo por el país del norte mientras se despide el 2022.