Por Jesus Cornejo.
LA PLATA.- La Suprema Corte de Justicia bonaerense suspendió ayer al intendente de Pinamar, Blas Altieri, luego de graves acusaciones por la adjudicación irregular de viviendas.
La defensa del intendente Altieri había planteado un conflicto de poderes ante la Corte, a través de una medida cautelar para ganar tiempo y desacreditar la resolución de los concejales. Pero ayer, con cuatro votos a favor y tres abstenciones, la Corte confirmó su desplazamiento. Por el momento, ocupará su lugar el primer candidato de su lista, el concejal Hernán Muriale, dijo una fuente del Concejo pinamarense.
En diálogo con LA NACION, Altieri anticipó que recurrirá en queja a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. "Que quede bien claro, esto es una batalla política. No tiene nada que ver con el tema de las viviendas. Es una guerra que nos presenta la oposición y que comenzó este año cuando no quisieron aprobar el presupuesto 2012. Ahora me quieren echar de la intendencia", dijo.
El próximo martes 10, el Concejo Deliberante tendrá que resolver si destituye finalmente al intendente.
Altieri dijo que no está garantizada la constitucionalidad del proceso judicial. "Presenté una medida cautelar porque los pasos que llevan adelante los concejales no son los correctos. No puede ser que sean los mismos concejales los que me acusen, me investiguen y luego resuelvan como jueces el proceso", objetó.
De aprobarse la destitución, Muriale quedaría a cargo de la intendencia hasta que nuevamente la Corte se expidiera. Una vez que los magistrados lo confirmen, se deberá llamar a elecciones. Dependiendo de los tiempos de la Justicia, los comicios podrían realizarse en 2013 o bien en 2015.
Según la oposición al jefe comunal en Pinamar, la situación no se resolverá rápidamente, pues Altieri intentará sostener aunque sea a Muriale, lo que sería una buena noticia para el gobernador Daniel Scioli, que apoyó abiertamente al intendente en las últimas elecciones municipales.
Altieri fue indagado por una comisión investigadora del Concejo Deliberante, que encontró 31 presuntas irregularidades en su gestión. Entre otras cosas, fue acusado de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y asociación ilícita.
Gobernó Pinamar entre 1991 y 2007 y volvió al poder en 2010, después de la caída de su sucesor, Roberto Porreti. Y el año pasado revalidó su cargo hasta 2015..
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