Una tormenta perfecta golpea a la cadena de supermercados Día, cuyas acciones ya venían severamente castigadas en la bolsa de Madrid. La empresa envió un comunicado a las autoridades regulatorias en el que emitió un “profit warning” con el que avisó de una revisión profunda de los resultados que tenía estimados para este año y confirmó que Ana María Llopis hacia efectiva hoy su renuncia (hasta ahora estaba previsto que lo hiciera a fin de año). Un rato antes, JP Morgan había rebajado su "precio objetivo" para la acción.

Con el anuncio, los papeles de la empresa se desplomaron en el Ibex un 42% hasta 1,10 euros. Con esa cotización, Día perdió tres cuartas partes de su valuación bursátil en un año, ya que para la misma fecha del 2017 las acciones estaban en 4,4 euros. Así, los papeles destrozaron el “soporte” que ya habían encontrado tres veces en torno a los 1,8 euros en los últimos meses. A hoy, la capitalización bursátil de Día bajó hasta los 683 millones de euros.

Rebaja de JPMorgan antes de los resultados

Antes del hecho relevante enviado por el grupo Día (Distribuidora Internacional de Alimentación) a la Comisión de Valores española, las acciones ya cotizaban en baja en línea con la nueva valoración emitida por los analistas de JPMorgan, que habían rebajado un 19% su “precio objetivo” de la acción, desde los 2,1 euros hasta los 1,7 euros, en linea con la fijada en julio por HSBC.

Los analistas extremaron la cautela de cara a los resultados que publicará Dia el 30 de octubre, en los que prevén un estancamiento en las ventas comparables en España y Portugal, un freno que iría acompañado además de una nueva caída en los márgenes.

"Profit warning" y suspensión del dividendo

Cuando las acciones no terminaban de asimilar ese golpe, la propia empresa se encargó de agravar las alertas cuando, a media sesión, remitió un hecho relevante en el que anunció un nuevo “profit warning”.

"Atendiendo a una caída del volumen de ventas, que también ha impactado el margen bruto, y a un incremento de los gastos operativos, la sociedad estima que el Ebitda (ganancias antes de impuestos y amortizaciones) ajustado previsto para 2018 se situará en un rango entre 350 y 400 millones de euros, comparado con 568 millones de euros en 2017", informó a la bolsa.

Las estimaciones ni siquiera incluyen el impacto negativo que adoptará por su negocio en Argentina ni otros ajustes que podrían tener un efecto patrimonial negativo por un importe aproximado de 70 millones de euros.

El drástico deterioro en las cuentas provocará la suspensión del dividendo para el ejercicio 2019, en un intento por aliviar sus balances.

Nueva conducción

La compañía también aceleró los cambios en su dirección. El grupo aceptó, con efectos a día de hoy, la dimisión presentada en la junta de accionistas por su presidenta, Ana María Llopis.

Stephan DuCharme la sustituirá provisionalmente hasta la designación de un reemplazante permanente. DuCharme ha sido nombrado vicepresidente primero, Richard Golding será vicepresidente segundo, y Mariano Martín ocupará la tercera vicepresidencia.

La remodelación afectará además a la dirección financiera del grupo. En su hecho relevante, Dia avanza que "anunciará próximamente los cambios que se efectuarán en la dirección financiera corporativa".

Cambio de manos

La desbandada de hoy en las acciones de Día fue histórica. Al cierre de la sesión, habían cambiado de manos 61,8 millones de acciones, una cifra que supone que en pleno desplome rotó el 10% del capital. La dimensión de la ofensiva vendedora en el grupo de supermercados de descuento es tal que la cifra de negocio de este lunes casi equivale al total de títulos negociados en el resto de sesiones de octubre.

El 10% intercambiado gana relevancia si se tiene en cuenta que Letterone Investment cuenta con el 29% del capital y que varias grandes gestoras internacionales cuenta con paquetes conjuntos por más del 30% del capital, lo que reduce sensiblemente el 'free float' de la cadena.

Las malas noticias sobre el valor no han hecho sino acentuar la salida de inversores estables del capital. Son muchos los que a lo largo del año han salido o ha reducido significativamente sus participaciones porque no estaban dispuestos a aceptar la enorme volatilidad del valor.