En la Casa Rosada no ocultan su fastidio con el ministro de Seguridad bonaerense. Se reunieron en el Senado la vicepresidenta, el gobernador y Máximo Kirchner.
Luego de que trascendieran dos nuevas peleas en menos de 24 horas -una con intendentes kirchneristas y otra con la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic- la situación de Sergio Berni ya no depende de su desempeño como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Este jueves por la tarde, sus tres jefes políticos, Cristina Kirchner, Máximo Kirchner y Axel Kicillof, se reunieron en la oficina de la vicepresidenta en el Senado de la Nación. Ninguno de los tres contaron de qué se habló en ese encuentro, pero ellos -en el orden en que fueron mencionados- son los dirigentes que Berni reconoce como las personas que definen su propio futuro como funcionario. Cuando terminó esa conversación, un vocero que trabaja para uno de ellos tres le dijo a Clarín que, a pesar de las discusiones con la ministra nacional, Berni sigue teniendo el apoyo de ese trípode. Lo mismo sostuvieron ayer funcionarios de la Gobernación bonaerense consultados por este diario.
El responsable del mayor aparato de seguridad de la Argentina -la Policía Bonaerense- encontró hace meses su rival perfecto. Regularmente se pelea con Frederic, por diferencias que, según dice él mismo cuando habla ante algún micrófono, son “metodológicas”. Cuando no hay micrófonos describe esas diferencias de un modo menos aséptico.
La novedad es que ahora Frederic -una académica que siempre prefirió el perfil bajo- también parece haberlo elegido a Berni como el rival que le queda más cómodo.
La ministra, con la anuencia del presidente de la Nación, Alberto Fernández, decidió enfrentar casi públicamente al médico y militar, que repitió en varios diálogos privados que su plan es construir una carrera política como candidato.
Este jueves, como un resultado de la difusión que tuvieron los dos choques de Berni en la semana, comenzaron a girar nombres para su reemplazo.
Uno fue el de Luis Morales, hoy Subsecretario de Intervención Federal en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Otro fue el de Martín Arias Duval, que trabaja en el estudio de abogados de León Arslanian, un hombre que ya se sentó en la silla que hoy ocupa Berni.
También se mencionó la posibilidad de que se nombrara a un intendente en el puesto de Berni. Todas esas especulaciones terminaron cuando desde los equipos de Cristina Kirchner y de Axel Kicillof avisaron que no había planes de sacar al verborrágico ministro.
La Nación anunció también este jueves que desde el viernes mandará a algunos gendarmes a los puestos móviles que tiene en el Conurbano para que caminen por diez distritos que el propio Berni considera los más afectados por los delitos en este momento. Serán 315 gendarmes por turno a los que se sumarán otros miembros de fuerzas federales que ya trabajan en la provincia de Buenos Aires. “En realidad, es un re-despliegue de fuerzas de seguridad que están en la provincia para hacer un uso más eficiente y focalizado de los efectivos en los puntos sindicados como conflictivos, con un refuerzo de los destacamento móviles de Gendarmería”, explicó un funcionario de Seguridad de la Nación a este diario.
La interna política entre Berni y Frederic no ocurre en el vacío. Además del contexto de las disputas que afloran a cada rato entre los funcionarios que se consideran fieles al Presidente y los que nombran como su jefa a Cristina Kirchner, la pelea está montada sobre un rebrote de los delitos violentos en los partidos del conurbano bonaerense.
El miércoles, Berni dijo que, si se toman los primeros seis meses de este año y se los compara con el mismo período del año anterior, se puede ver una caída de entre el 15% y el 17% de los delitos, pero aclaró que esa baja no se puede separar de la cuarentena por el coronavirus, que sacó a millones de personas de las calles en los últimos cuatro meses. “Con la flexibilización de la cuarentena, los delitos están llegando otra vez a la cantidad habitual”, admitió el funcionario en una entrevista a Radio Con Vos.
En la gobernación, incluso, sostienen que la Provincia debe prepararse para un crecimiento de los delitos asociado a la crisis social que dejará el coronavirus en todo el país y especialmente en el Conurbano.
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