La palabra “avaricia” se instaló desde el sector social, la palabra “injusticia” también
SALTA.- Esta mañana un pequeño grupo de docentes de la provincia de Salta decidió acompañar la propuesta de dirigentes políticos y no políticos con intereses económicos superiores a los del común de la docencia salteña. Alrededor del 7 por ciento de los docentes de toda Salta no se presentaron en las escuelas a impartir clases exigiendo un "aumento de emergencia” al Gobierno provincial.
Los relevamientos oficiales y de los medios de comunicación, incluido El Intransigente, revelaron que el 93% de los docentes estuvo en las aulas esta mañana dando clases. Los pocos que no lo hicieron responden a dirigentes que impulsan movilizaciones sociales en reclamos sin sustento. El pasado marzo se realizó un paro más convocante y la Provincia hizo un esfuerzo por dar un incremento salarial que históricamente recompuso los salarios de los educadores. Esto fue y es reconocido por casi el total de la docencia.
Y aunque el acatamiento a la ausencia laboral fue del 7%, el dirigente Ramiro Maldonado Claure aseguró en varios medios de comunicación que el 40% de la docencia no se presentó a dar clases, los mismos medios que refutaron sus palabras alegando haber relevado de manera imparcial y numérica la medida, descartando que la cifra dada por Claure fuera real.
Una realidad no menos importante es que Maldonado Claure es quien, según los dichos de los mismos docentes que se cansaron de su actitud amedrentadora, agita cada vez que hay asamblea o de manera circunstancial cuando se encuentra con maestros. A esto se debe sumarle que es él quien acompaña el reclamo de una suba salarial al básico exigiendo $5500, alegando que los salarios son míseros.
Su recibo de sueldo personal (foto al pie de la nota) expone de manera clara que es éste dirigente quien cobra una suma superior a los $22 mil. Su salario lo saca totalmente del contexto sin darle validez a su incesante objetivo de generar manifestaciones para subas salariales. Las mismas de otorgarse son recibidas por todos los maestros, (aclárese de nuevo, todos los maestros). Por ello es que más de una vez se ha cuestionado su participación en cualquier tipo de manifestación, ya que gritas a viva voz la necesidad de que se suban los salarios porque "no alcanza”, siendo que cobra más que hasta legisladores, empleados de banco, comerciales con cargos jerárquicos, y profesores.
La palabra "avaricia” se instaló desde el sector social, la palabra "injusticia” también. Más allá del pedido salarial, los pocos docentes que hoy no regresaron a las aulas llegaron a causar enojo en los padres de los niños perjudicados, conociendo que desde la última suba salarial, ningún docente o profesor de Salta percibe menos de $6700 por su trabajo.
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