Por Marcelo Batiz.

Los subsidios que el Estado nacional aportó a sectores económicos, empresas públicas y fondos fiduciarios ascendieron en los primeros siete meses del año a $4.980.200 millones, a pesar de los recortes aplicados desde la asunción presidencial de Javier Milei, que se vieron reflejados en los aumentos en las tarifas de energía eléctrica, gas natural, agua corriente y transporte público.

Según el último relevamiento de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), el gasto en subsidios tuvo un incremento interanual nominal del 141,3% que, al ser inferior a la inflación acumulada, representó una caída del 36,7% en términos reales.

 Un ahorro que no alcanza

Si los subsidios hubieran evolucionado a la par de la inflación, el gasto habría sido de más de $ 7,8 billones, de lo que se desprende que el recorte a valores constantes implicó un ahorro de cerca de $ 2,9 billones.

Pero a pesar de ese recorte, el peso de los subsidios sigue siendo significativo dentro de los gastos de la Administración Pública Nacional y deja en evidencia que la tarea de adecuación de las tarifas de servicios públicos aún no fue completada, por lo que resta esperar más incrementos.

A pesar del recorte de casi tres billones en los subsidios, su incidencia en los gastos del Estado y, por ende, en el resultado primario y financiero, continúa siendo un motivo de preocupación en los despachos oficiales, algo que se quedó puesto de manifiesto recientemente en la discusión con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en torno del pago de las transferencias a las empresas de colectivos, más allá del aumento del 37% en sus tarifas que comenzó a regir el 12 de agosto.

El peso de los subsidios

Para tener una dimensión cabal del peso de los subsidios, puede señalarse que, en el acumulado de enero a julio de 2024, los $ 4,9 billones que se le destinaron representaron:

- El 10,6% de los ingresos totales de la Administración Pública Nacional

- El 11,2% de los gastos totales.

- El 11,4% de los gastos corrientes.

- El 96,7% de toda la recaudación del impuesto a las Ganancias.

- Un 4,8% más que todo el pago de intereses de la deuda pública.

- Un 7,2% más que toda la recaudación del impuesto al Cheque.

- Más del triple de todas las transferencias a las Universidades nacionales.

- Seis veces lo destinado a gastos de capital.

Cómo se repartieron los subsidios 2024

En la composición del gasto en subsidios, el Estado destinó el 71,8% del total al sector energético, el 20,4% al de Transporte y el 7,8% restante a otros sectores (agua corriente, correos, etc).

Dentro del sector energético, el grueso de las transferencias se destinó a las compañías generadoras de energía eléctrica, a través de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), reflejado en los subsidios a los servicios de distribución de electricidad, focalizados en su mayor parte en los usuarios de ingresos bajos y medios.

Alzas y bajas

No obstante, en julio las transferencias a Cammesa tuvieron un incremento del 265,6%, un 0,6% más que la inflación interanual, en lo que ASAP caracterizó como “el patrón fluctuante de este sector”.

Esas fluctuaciones, explicó la entidad, quedaron expuestas con “tres meses de caídas interanuales siempre ajustadas por IPC (febrero, marzo y junio), tres de incrementos (abril, mayo y julio) y un mes sin ejecución en ambos años (enero)”.

“No obstante, cabe señalar que la magnitud de las caídas ha sido mayor que la de los aumentos, resultando en una contracción acumulada del 28,7%” si se las ajusta por inflación, completó.

Si bien aún no se cuentan con cifras definitivas de agosto, se descuenta que el reciente incremento en el pasaje de los colectivos del AMBA tendrá como contrapartida una baja real de los subsidios a ese sector.