El Gobierno apunta a los mayores contribuyentes y busca bajar la evasión a menos del 30% y alinearla con otros países de la región como Uruguay, Chile o Colombia.
El Gobierno sigue negociando la letra chica del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la expectativa de cerrarlo antes de fin de mes y uno de los ejes es el aumento de los ingresos fiscales para que se cumpla la premisa de que "no es un acuerdo de ajuste", en medio del rechazo de sectores propios al programa.
Los impuestos son uno de los temas de las reuniones virtuales con el FMI que apuntan a poder firmar la carta de intención por el programa de facilidades extendidas en las próximas semanas, antes de fin mes.
Para bajar el déficit fiscal de 3% a 2,5% según lo ya acordado, se puede mantener el gasto si aumentan los ingresos y para eso la recaudación será vital. Pero en el Palacio de Hacienda aseguran que el acuerdo con el FMI no generará un aumento de impuestos, sino que apunta a reducir la evasión y elusión impositiva.
Así lo indicó Martín Guzmán en la presentación del acuerdo preliminar, donde agregó que se pondrá la mira a los contribuyentes más grandes. La titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont, apuntará a "los sectores de mayor capacidad contributiva".
Se apunta a los grandes contribuyentes porque es uno de los sectores donde se concentra la recaudación pero también la evasión.
El plan apunta a recuperar recaudación de estos sectores "no con política tributaria sino con administración tributaria". La Argentina tiene una brecha por evasión y elusión impositiva que llega al 33% y está por arriba de países de la región como Chile, Colombia y Uruguay, donde promedian un 22%. El plan es alinearse con esos países y no pretender un nivel de economías avanzadas, donde está por debajo del 10%.
"No puede ser una meta excesivamente optimista. Tiene que ser realista", remarcaron desde el Ejecutivo, aunque reconocieron que el FMI pide más. La recaudación de IVA, por ejemplo, llega al 7% del PBI y debería ser mayor, pero eso no implica subir el 21% de alícuota sino mejorar los controles.
El Gobierno actualizó la meta de recaudación del Presupuesto 2022 en la negociación con el FMI y a los ingresos previstos por consumo, commodities, salarios e inflación, se sumará la mejora de la eficiencia recaudatoria. El proyecto que se había enviado al Congreso planteaba un aumento de la base imponible que elevaría la recaudación en un punto de PBI, del 24,9% estimado para 2021 al 25,9% para este año.
En los sectores donde habrá mayor control entran Ganancias, IVA, aportes y contribuciones por la informalidad laboral, pero también las operaciones de comercio exterior, donde se trabaja con Aduana para analizar los precios declarados en exportaciones e importaciones.
Por otra parte, el Gobierno puede contar otros ingresos extraordinarios como el del blanqueo a la construcción, que quedó frenado con el fracaso legislativo del Presupuesto 2022 o lo recaudado por IVA a partir del aumento de tarifas de energía y la puesta en marcha de la segmentación, aunque con aportes marginales, pero no volverá a contar con los 0,7 puntos que representó el aporte extraordinario de las grandes fortunas.
La discusión por el esquema impositivo empezó a allanarse en el encuentro que los técnicos del FMI y del Gobierno tuvieron a mediados del año pasado en Venecia, en un encuentro paralelo a la reunión de ministros de Economía y Finanzas del G20. Hoy se siguen definiendo las acciones y condicionalidades.
En ese encuentro, la AFIP presentó el plan estratégico 2022-2025 con ejes de trabajo, que se analizó al detalle con el FMI. El plan no está disponible en la web de AFIP, donde el último que se registra es de 2019.
En los últimos días, el ente recaudador puso proa e intimó a más de 30 mil contribuyentes por irregularidades en declaraciones juradas y avanzó en el embargo de billeteras virtuales para cobrarle a los deudores morosos.
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