Son incrementos anuales, que el INDEC disimuló en los datos de la inflación minorista.
Según el INDEC los precios mayoristas de esos productos en el Mercado Central registraron en el último año, a marzo pasado, aumentos de hasta 238% como el morrón y hasta 160%, en el caso de la zanahoria y el tomate. Con excepción de una baja en el precio de la lechuga criolla y de una suba de apenas 7,7% en la cebolla, todos los productos relevados registraron incrementos de dos y tres dígitos, como la acelga (129,3%) o la berenjena (112,1%), como se ve en la infografía de esta página.
Estas cifras surgen del informe “INDEC-Informa” que acaba de publicar el organismo estadístico que encabezan Ana Edwin y Norberto Itzcovich. La comparación de valores de marzo con igual mes del año pasado evita distorsiones de precios por razones estacionales.
Los aumentos a nivel mayorista deberían trasladase o tener un correlato en los precios que los consumidores luego pagan en verdulerías, fruterías o supermercados. Si el tomate sube en un año 160% en el Mercado Central, es de suponer que en la verdulería también aumentaría el precio. Y eso debería reflejarse en las variaciones de estos mismos productos en el nuevo Indice de Precios al Consumidor Nacional. Sin embargo, este impacto no puede verificarse en la medición oficial.
Más aún: para el INDEC durante 2013 los precios minoristas de las frutas aumentaron, en promedio, apenas el 5,2%. Y además informó que las hortalizas bajaron 5,2%.
En cambio, según la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, con datos a marzo pasado, las verduras tuvieron un alza interanual promedio de 45,5% y las frutas del 52,8%, porcentajes más acordes a las variaciones de los precios mayoristas.
La brecha entre lo que subieron los precios en el Mercado Central y lo que registró el INDEC como inflación alienta algunas preguntas: ¿Nadie trasladó las subas mayoristas? ¿El verdulero pagó 160% más por un producto y sólo le aumentó el precio final un 5,2%?
Las dudas se acrecientan porque desde enero de este año el INDEC anuló la medición de Capital y GBA y no dio a conocer los incrementos de precios por regiones, como había anunciado en su lanzamiento.
También “discontinuó” la medición de los valores de la canasta básica alimentaria compuesta, en gran parte, de estas mismas frutas y hortalizas. Y desde marzo de 2008 dejó de publicar los precios minoristas promedio de alimentos y artículos de limpieza.
Así, el ocultamiento por parte del INDEC de estos valores e índices y la magnitud de los incrementos de los precios mayoristas en el Mercado Central abren sospechas o delatan que aún persiste la manipulación en los índices de inflación, pese al supuesto “sinceramiento” de las cifras con el nuevo IPCNu.
Comentá la nota