Unos 64 mil tucumanos se verán beneficiados con el aumento en las retribuciones a partir de diciembre, según informaron desde los ministerios de Trabajo de la Provincia y la Nación.
A partir de diciembre, alrededor de 64.000 tucumanos que se benefician a través de programas de empleo (39.000) y programas sociales (25.000) percibirán un aumento en sus retribuciones de entre el 15% y el 17%. Así lo confirmaron los representantes locales de los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Nación.
“A través de las distintas prestaciones, los beneficiarios van a obtener un incremento del 15%”, explicó Tobías Gordillo, de la Gerencia de Empleo de la Nación en la provincia. Actualmente, son 39.000 los beneficiarios que participan de alguno de los 15 programas en ejecución, afirmó.
Además, Laura Costa, coordinadora de programas sociales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, confirmó el aumento de un 17% de los programas sociales Argentina Trabaja y Ellas Hacen, que dependen de Desarrollo de la Nación. Esto llevará la asistencia a $ 4.030; y además se realizará un pago extraordinario sólo por diciembre de $ 2.030.
Para descentralizar la atención, la provincia cuenta con 43 oficinas de empleo, una por cada municipio y otras en las comunas más grandes.
En cuanto a los programas de empleo, Gordillo aseguró que se está dando un cambio de paradigma, que tuvo otro enfoque en la gestión anterior. “Tuvo una mirada puesta en lo asistencial y no se miró el mediano plazo ni la esencia, que es la formación profesional, la calificación de la mano de obra y la inserción laboral”, explicó. Hoy, precisó, lo que se busca es adelantarse a la demanda de las empresas para generar mano de obra calificada, pero también fomentar los oficios y los proyectos de cada comunidad.
Actualmente, hay 15 programas en ejecución, que van desde el entrenamiento laboral, la inserción, los entramados productivos, la construcción de empleo y los programas para jóvenes y discapacitados. “Queremos generar empleo y no beneficiarios que cobran una suma que no les alcanza. Los programas son un espacio de tránsito para el desocupado o subocupado o aquel de un sector vulnerable”, añadió.
Las oficinas funcionan como receptoras de las inquietudes de cada comunidad, son las que ofrecen las capacitaciones y también las que están en contacto con empresas que eventualmente pueden necesitar mano de obra. En algunos casos los subsidios se extienden mientras dura el programa de inserción o entrenamiento, lo cual significa un beneficio para el empleador. El objetivo es que luego ese trabajador quede ocupado y ya no requiera del programa.
Por su parte, Conrado Reinke, subsecretario de Políticas de Empleo y Formación profesional de la Nación, dijo que una de las primeras cuestiones de este cambio de paradigma fue mirar el mercado y romper las grietas “mercado-trabajador-subsidiario”.
“El puente para la inserción social es la formación profesional”, explicó, y dijo que esto es lo que le da sentido de utilidad a aquel que está en situación más vulnerable.
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