Las palabras del comisario general Julio César Suárez sintetizan el momento que pasa la Policía de la Provincia, de la que ayer se hizo cargo tras asumir como nuevo jefe en reemplazo del renunciante comisario general César Almada.

Hace un año cuando era jefe de la Departamental Calamuchita, Suárez nunca pensó que sería jefe de la fuerza a fines del presente 2013, un año marcado por numerosos episodios que sacudieron a los hombres de azul.

Suárez, quien fue convocado por el ex jefe Frías como jefe de las Departamentales Sur y luego, por Almada, para ocupar la titularidad de la Policía Caminera, llega como jefe tras el autocuartelamiento de los uniformados por reclamos salariales, fruto de lo que él consideró «una interna», por lo que pidió a sus oficiales superiores y oficiales jefes que «estemos en la calle, vamos a estar más cerca, es necesario reconstruir esta noble institución». Agregó que «nos debemos a la sociedad, a la gente».

La nueva cúpula policial fue anunciada por el gobernador José Manuel de la Sota en un acto llevado a cabo en El Panal, donde también adelantó cambios en su gabinete. En la presentación del nuevo jefe, que será secundado por el comisario general Héctor Laguía, hasta ahora el hombre “fuerte” de la administración económica de Jefatura, De la Sota pidió recuperar la tranquilidad y asegurar la paz social a los cordobeses tras los incidentes de la semana pasada.

Por la tarde, se realizó un breve acto en el salón VIP de Jefatura, lejos de otras asunciones como Paredes, Comugnaro o Frías, donde se concretaban presentaciones del nuevo titular en la Plaza de Armas ante formaciones de la fuerza.

En rueda de prensa, Suárez dijo que todos estos cambios «no le hacen bien a la repartición, pero vamos a trabajar en recuperar la confianza de nuestra gente. No es fácil». Sostuvo que ya ha mantenido varias entrevistas con el gobernador, que le aseguró la provisión de todos los elementos para el normal funcionamiento de la tarea de la fuerza y así cumplir con la solución a otros reclamos realizados la semana pasada en medio del autocuartelamiento, donde además de lo salarial, se hacía referencia a las condiciones laborales como móviles, inmuebles y alimentos, entre otros aspectos.

Hombre “tropero”

Los que conocen a Suárez dicen que continuaría la línea “Paredes”, aunque no es de la mano dura de la fuerza. Es un hombre identificado con la tropa policial, aunque no con la llegada que tenía su antecesor Almada, quizás convertido en el fusible necesario de cambiar al no poder contener la sublevación.

A su lado, Suárez tendrá al “economista” de la Policía, Laguía, un hombre con poca calle pero conocimientos en la estructura policial.

A ellos se les agrega el comisario mayor Claudio Vigneta en Seguridad Capital, Abel Díaz en Narcotráfico, Miguel Oliva en Investigación Criminalística, Héctor Domínguez como jefe de Policía Caminera y Walter Moyano al frente de Recursos Humanos de la fuerza. Además, se suman en el Estado Mayor los comisarios mayor Mario Tornavacca y Miguel Casteló como jefes de Departamentales Norte y Sur, respectivamente.