Cristian Méndez admitió que tenía "una relación conflictiva" con su ex mujer, quien murió con su pareja y sus seis pequeños hijos.
A Méndez, de 30 años y apodado "Memo", se le imputan los delitos de "homicidio agravado, por haberse cometido con un medio idóneo para causar un peligro común y por resultar la víctima mujer, cometido por violencia de género y homicidio agravado por el medio idóneo para causar un peligro común reiterado con pluralidad de víctimas, todos ellos en concurso real entre sí".
Una fuente explicó que antes de la audiencia, Méndez fue sometido a una revisación médica de rigor, que se amplió en algunos aspectos por las características del hecho que se le imputa, en tanto que la semana próxima ordenarán los peritajes psiquiátricos y psicológicos correspondientes.
Ante el fiscal, Méndez contó que hace tres años mantuvo una relación con María Karina Flamenco, de 38 años y con quien tuvo un hijo, pero después se pelearon por "problemas económicos" y ella volvió con su anterior pareja, Gastón Olivera, otra de las víctimas del incendio.
De acuerdo al relato de los voceros, el imputado estaba decidido a referirse a lo ocurrido durante la madrugada del jueves, momento en que se produjo el incendio, pero su abogado le recomendó no continuar con la declaración.
Entonces, el fiscal Di Leo dispuso que sea trasladado nuevamente a la Unidad 46 de José León Suárez, en el partido de San Martín, y en base a la prueba reunida, en 15 días solicitará al juez de Garantías Alfredo Meade su prisión preventiva.
El viernes, unos minutos antes de la medianoche, cuando todavía Méndez era el hombre más buscado del país, una comitiva de la DDI de Morón, junto a efectivos de la División Homicidios de la Policía Bonaerense, irrumpió en la casa de la abuela del prófugo en Villa Domínico. El dato resultó confiable. Allí encontraron a Méndez, quien en todo momento se mostró tranquilo.
"La detención es buena, pero espero que no pueda salir nunca más de la cárcel. No creo que Méndez sea un loco, y pido que no lo pasen como tal porque sabía muy bien lo que hacía con mi hija", dijo a Télam Rita, madre de María Karina.
La masacre ocurrió el jueves a la madrugada en una precaria vivienda ubicada en las calles Iwanowski y Larsen, del barrio El Pericón de Parque San Martín.
Además de Flamenco y Olivera, murieron los seis hijos de la mujer: Ian, de cuatro; Nayla, de cinco; Alejo, de seis; Sakira, de 10; Briana, de 11 y Yael, de 13.
Según las autopsias, toda la familia murió por inhalación de monóxido de carbono y los primeros estudios establecieron que el fuego se inició en una cama cucheta pegada al único ventiluz de la vivienda. Por eso los investigadores sospechan que fue provocado desde afuera con un encendedor o fósforo.
Méndez fue mencionado desde el inicio de la investigación como sospechoso, ya que según declararon familiares y vecinos de las víctimas, vivía acosando y amenazando a su ex mujer por haber vuelto a convivir con Olivera. Karina le temía tanto que había tapiado las ventanas de su casa y cerraba la puerta con candado. Por eso nadie pudo salvarse esa noche.
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