En una vergonzosa sesión de la Cámara de Diputados, nuestros representantes nacionales no dudaron en proteger a quien simboliza todo aquello que el pueblo rionegrino repudia: la enorme corrupción vinculada al manejo de los fondos públicos desde el Ministerio de Planificación Federal.
Efectivamente, en la sesión de ayer, María Emilia Soria junto a sus pares Martín Doñate y Silvia Horne protegieron a Julio De Vido, ex ministro que lleva en sus espaldas 100 denuncias por corrupción, que resultaron, hasta el momento, en 26 causas donde se encuentra imputado y cinco, en las que está procesado.
La obediencia a los jefes que Soria tiene en Buenos Aires la llevó a defender todo aquello que dice rechazar. Una gran contradicción entre ese discurso violento y exacerbado y su voto obediente y sumiso a las órdenes de los líderes partidarios, que exigen protección corporativa para quienes se enriquecieron en contra de los intereses del pueblo.
Entonces nos preguntamos: ¿Con qué cara volverá María Emilia Soria a Río Negro para pedir el voto de los rionegrinos? ¿Cómo nos explicará que toda la inversión nacional que falta en Río Negro fue a parar a los bolsillos de sus protegidos políticos? ¿Cómo justifica esta diputada que durante los 12 años de gestión de De Vido como Ministro nunca se pudo terminar la pavimentación de la ruta 23, mientras algunos se enriquecían impunemente?
Señora María Emilia Soria, me permito recordarle que la corrupción significa pobreza, atraso, subdesarrollo e, incluso, acarrea la muerte de numerosas personas, como en el caso de la tragedia de once, que por la mala administración del Ministerio que conducía su protegido, murieron 52 personas y otras 700 resultaron heridas.
Sañora María Emilia Soria, la corrupción nos ha quitado obras vitales para los rionegrinos en educación, salud, seguridad, rutas, acueductos, saneamiento, inversión para la fruticultura, infraestructura turística, etc., etc., etc.
Los rionegrinos no queremos más diputados que voten en contra de nuestros intereses sino, por el contrario, esperamos contar con representantes que levanten su mano para que Río Negro progrese y nuestra gente viva cada día mejor, con esperanza y optimismo de cara al futuro.
Los rionegrinos queremos diputados que tengan puesta la camiseta de Río Negro por encima de todo otro interés espurio, sabiendo que con cada voto se condiciona el futuro de nuestros niños y jóvenes, con cada voto se define el bienestar de nuestros abuelos y, en definitiva, que cada voto será indispensable para el desarrollo de nuestro pueblo.
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