No hay peor situación para este Peñarol que la de no pelear por nada. Acostumbrado a competir al máximo en cada partido, sabía que no se jugaba nada y cargaba con un agotamiento físico indisimulable. Sergio Hernández dispuso dosificar los minutos de varios titulares, a riesgo de despedirse sin una sonrisa de Corrientes. Y así ocurrió. Porque Uniceub, a esa altura aún con chances de pelear por el título, no lo perdonó, lo dominó de principio a fin y lo venció por 87 a 77.

El “Milrayitas” recién pudo plantar una defensa firme en el segundo tiempo y en ataque sólo tuvo consistencia en Campazzo. Por eso nunca llegó a discutirle el dominio a los brasileños y cerró su participación en el Final Four de la Liga Sudamericana con tres derrotas.

Ya sin chances de pelear por el título, “Oveja” Hernández dispuso una formación inicial con Campazzo como único titular habitual. Con mayoría de relevos, Peñarol presentó una zona 2-3 en defensa y Uniceub aprovechó para acribillarla desde afuera. Entre Nezinho, Alex García y Guilherme anotaron con frecuencia desde el perímetro y lo brasileños dominaron el primer parcial de principio a fin. Con un alto porcentaje en triples (convirtieron 7 de 11) Uniceub se quedó con el primer cuarto por 32 a 20.

Reaccionó Peñarol en el segundo cuarto, sin participación de Leo Gutiérrez ni Martín Leiva, pero con la aparición anotadora de Campazzo (10). El “Milrayitas” se acercó a dos puntos (34-32), pero rápidamente Uniceub estableció un parcial de 11 a 0, liderado por el infalible Nezinho (25 puntos en el primer tiempo, con 5/8 en triples), para volver a distanciarse e irse al descanso largo ganando 56 a 45 ante una defensa marplatense muy permisiva.

Ni siquiera el ingreso de Leo Gutiérrez en la reanudación alcanzó para discutir la supremacía brasileña. Nezinho no aflojó con los triples, Alex García metió otro “bombazo” y Uniceub sacó 20 de distancia (67-47). Aunque Campazzo y Leo Gutiérrez se las ingeniaron para achicar la brecha antes del cierre del tercer segmento (75-63).

No obstante, Peñarol no tuvo demasiados argumentos para intentar la remontada. No era la noche del “Milrayitas”, que dosificó los minutos de varias figuras y por eso se encomendó a la gran tarea individual de Campazzo. El cordobés tuvo un mayor protagonismo ofensivo pero no encontró aliados en el goleo para poner en aprietos a los brasileños, que ganaron sin discusión.