Dos médicos declararon hoy que Sonia Molina, quien estuvo cautiva durante tres meses en una casa de Coronel Suárez en 2012, hubiera muerto si no recibía asistencia médica cuando escapó, debido al mal estado físico en el que fue encontrada producto de golpes, deshidratación y falta de peso, entre otros factores.
Los profesionales, quienes también dijeron que Molina tenía lesiones genitales, declararon en el marco del juicio oral que se realiza en Bahía Blanca por el caso a la periodista Estefanía Heit y a su esposo, el supuesto pastor Jesús Olivera.
Los médicos que atendieron a Molina, luego de escapar de la casa en la que supuestamente era mantenida en cautiverio, sostuvieron que “recibió golpes de todo tipo en su cuerpo y también presentaba algunas quemaduras”.
En cuanto a los rasgos psicológicos, los peritos determinaron que Sonia Molina “se asimila a las víctimas de las sectas”. También se habló en la audiencia sobre los rasgos psicológicos de Jesús Olivera, de quien se dijo que tenía “rasgos psicopáticos de carácter variable, inflexibles y crónicos. Una persona que tiene anestesia afectiva, que no siente culpa”.
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