Hay preocupación en San Martín de los Andes por las condiciones sanitarias en el lugar.
Según indicó el concejal Carlos Saloniti (MPN), “durante la reunión se solicitó que se realice un control diario del basurero para asegurar que se hagan las tareas necesarias como corresponde”. También dijo que “en forma paralela a las multas impuestas por incumplimiento y las inspecciones que se llevan adelante a la empresa Werefkin –que maneja el lugar–, se debe analizar también un posible daño ambiental a futuro y la responsabilidad que le puede caber a dicha empresa en ese hipotético caso”.
Los ediles quieren conocer a ciencia cierta cuándo se pondrá en marcha la nueva celda de depósito de basura, ya que la actual está totalmente colapsada, además de que en ella no se habrían realizado las tareas correspondientes previstas en el contrato de concesión.
Residuos domiciliarios
Otro punto para tratar es el destino que se dará a los residuos domiciliarios que actualmente se llevan al vertedero, en caso de que se decida rescindir este contrato.
La reunión de la que participaron distintos funcionarios y actores vinculados al basurero municipal surgió de la preocupación puesta de manifiesto por los vecinos que asistieron a la sesión del jueves, donde expresaron su malestar por la grave situación en la que se encuentra el vertedero municipal, que los afecta por su cercanía con las viviendas, presentando “una situación insostenible”. Los plazos se estiran a lo largo del tiempo y las autoridades correspondientes decidieron además rescindir el contrato que la empresa mantenía vinculado a la ampliación de la Escuela Nº 352.
Quienes viven cerca del basurero afirman que la situación en la zona es insostenible y que la cercanía de las altas temperaturas hará del lugar una zona de peligro ambiental y sanitario constante, razón por la cual reclaman una urgente solución al problema.
El Organismo de Control Municipal ya realizó varias inspecciones y constató una serie de anomalías, como la falta de personal realizando el control de ingreso vehicular al lugar, la realización de tareas que no son las acordadas en el contrato, la falta de cubrimiento diario de los residuos dentro de la celda cuatro, entre otras cuestiones que figuran en el contrato y por el cual la comuna abona más de $200 mil por mes.
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