Soledad Silveyra: "Mi mamá se cortaba las venas una vez al mes"

Soledad Silveyra:

"Solita" hizo un repaso por su dura infancia y recordó sus comienzos como actriz "para ganar plata", el suicidio de su madre y la distante relación con su padre

Como muchos actores, Soledad Silveyra se inició en la actividad de muy chica, cuando tenía 12 años. Pero, a diferencia de la mayoría, no lo hizo por amor a las tablas ni por el sueño de llegar a la gran pantalla: "Venía Zelmar Gueñol a casa, el actor a quien le debo ser quien soy, y un día me preguntó si quería actuar.Yo le dije que quería comer, que necesitaba ganar plata".

 

"Fue por necesidad. Mi mamá se casó, mi viejo me abandonó cuando yo tenía un año. Mi viejo era espléndido y muy buen mozo. Con mamá era muy complicado. Ella terminó suicidándose a los 50 años, después de millones de intentos. Fue una vida muy dura", recuerda.

"FUI ACTRIZ PORQUE QUERÍA COMER, NECESITABA GANAR PLATA"

 

De esos años "Solita" todavía lleva una marca en el cuerpo: "Tengo dos dedos diferentes, con un tajo, debido a que, a los 7, mi papá apareció en casa y estaba con mamá. Yo no lo podía creer... Entonces me puse a mirar por la cerradura y me escucharon, abrieron la puerta y, al hacerlo, me arrancaron la yema del dedo".

 

"Mi mamá se volvió a casar cuando yo tenía 8, con Carlos, y ahí mejoró un poco la condición económica. Yo iba a fiestas en el (Hotel) Alvear. Se murió Carlos y se cortó todo. Era odontólogo. Tenía un hermano de ese matrimonio, Máximo, que después murió de VIH en 2002. Mis padres se separaron y se volvieron a casar cada uno por su lado. Nos quedamos en la ruina y se empezaron a vender candelabros, alfombras, platos", cuenta.

Quedaron entonces Soledad Silveyra, su madre y su abuela. El panorama estaba lejos de ser alentador: "Con ellas me crié, y con mi primo Jorgito, que después se fue. Yo tenía 12 años y debía poner plata en casa: era un desastre".

La actuación surgió en aquel momento como un tablón que la mantuvo a flote en un hogar que no sólo estaba desmembrado, sino que incluso era peligroso: "Mamá era violenta con todos. Mezclaba alcohol y pastillas como Judy Garland. Los farmacéuticos de Tribunales le vendían sin receta y yo, con 6 años, iba a pelearme con ellos". Su madre había sido bailarina. Según recuerda, "tenía unas piernas muy fuertes". Con ellas provocó "mucha violencia y mucha patada".

"MI MAMÁ LE DISPARÓ A MI HERMANO, ÉL PEGÓ UN SALTO Y CAYÓ EN UNA ZANJA"

 

Cincuenta años después, "Solita" puede contar que su madre "se cortaba las venas una vez al mes". "Me acuerdo de que un día, cuando tenía 8 años, mi abuela se enojó y se fue. Se me ocurrió ir al cuarto y vi un charco de sangre que salía de ahí. Se había cortado las venas otra vez. Yo usaba el Simulcop, que enseñaba a hacer un torniquete con un cinturón elástico, así que le hice dos torniquetes con el cinturón y me fui a la Cruz Azul, sobre la calle Uruguay. Esa vez zafó", describe.

 

Pero, finalmente, su mamá consiguió quitarse la vida: "Cuando se suicidó, se había ido al último pueblito de La Rioja. Mi hermano Máximo era homosexual y ella no lo podía aceptar. Se lo llevó para allá, estuvieron dos años y él se quiso volver. Hubo una escena en la que ella disparó, Máximo pegó un salto y cayó en una zanja".

Fue una escena confusa. Todavía hoy no sabe bien qué pasó: "No quise mirar la prueba balística porque me pareció demasiado, pero había un tiro a la altura de Máximo. Se ve que ahí dio vuelta el arma y se disparó".

En esos años tan difíciles, su padre apareció tan sólo una vez. "Cuando yo tenía 15 años, una vez me fue a buscar al colegio. Yo estaba fumando en la esquina. Con mis amigas lo miramos como diciendo '¿qué hace acá?' Ellas me decían que podía ser mi hermano mayor. Me ofreció un cigarrillo después de comer y le dije: 'Qué fácil ser permisivo cuando no se ha criado a nadie'. Me molestó mucho. A mis 16 años, él tenía cáncer y la mujer no me dejaba verlo. Me avisaron amigos que estaba internado. Después sí pude acompañarlo durante 16 días en la agonía. No sé si me vio", contó en el extenso reportaje que dio la revista Viva.

 

"Solita" reconoce que, al comienzo, ser actriz le parecía "un espanto". Pero sus primeros pasos le ayudaron a amigarse con la idea gracias a que pudo trabajar "rodeada de lo mejor: Bárbara Mujica, Normal Aleandro, Alfredo Alcón y muchos más". Aunque reconoce que las peleas del jurado de ShowMatch todavía la afectan y admite que le gustaría participar en alguna obra de teatro, hoy se encuentra en paz: "Acabo de cumplir 63 años y estoy muy bien".

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