El canciller, Felipe Solá, salió a rectificar la postura del embajador en la OEA, Carlos Raimundi. Sin embargo, también bregó por la instalación de una misión permanente de la Alta Comisionado en Caracas y ratificó el rechazo de la Argentina a los bloqueos y sanciones económicas impuestas al país que gobierna Nicolás Maduro.
El canciller Felipe Solá aseguró esta tarde que el Gobierno argentino apoya "con mucha fuerza" el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Solá también bregó por la instalación de una misión permanente de la Alta Comisionado en Caracas, "para disuadir y controlar" la situación en ese país sobre esa cuestión.
Tras el voto del Gobierno argentino a favor del informe Bachelet, en el marco de la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se desarrolló en Ginebra, Solá también ratificó el rechazo de la Argentina a los bloqueos y sanciones económicas impuestas al país que gobierna Nicolás Maduro.
En línea con las instrucciones del presidente Alberto Fernández, el canciller reiteró que la Argentina apoya "con mucha fuerza el trabajo de Michelle Bachelet, que llevó adelante hace un año dentro de Venezuela y recogió una cantidad de testimonios y acusaciones, y que volvió a hacer, actualizando la información y poniéndose en contacto con las autoridades venezolanas".
En ese sentido, sostuvo que a partir del informe se podrá ir "empezando a pensar en algo que estimamos fundamental y es que haya una oficina fuerte en derechos humanos permanente en Caracas para disuadir y controlar el tema general".
En declaraciones a CNN radio, el jefe del Palacio San Martín también dejó en claro que desde la administración de Alberto Fernández "rechazamos los bloqueos y las sanciones" sobre Venezuela.
Sostuvo que la Argentina votó en línea con la propuesta del Grupo de Contacto Internacional para Venezuela, del que forma parte, porque "no queremos estar lejos de nuestros socios, muy criticados por la derecha europea y latinoamericana".
"Es el lugar donde hay que estar para trabajar en serio las respuestas a las cuestiones de Venezuela", puntualizó.
Consultado por el pedido de la Unión Europea (UE) de postergar los comicios parlamentarios en ese país, convocados por el Gobierno chavista para el próximo 6 de diciembre, Solá resaltó que "las condiciones de las elecciones en principio las decide el pueblo venezolano".
"Creemos que hay una necesidad de que esas elecciones legitimen a todo el espectro político posible del pueblo venezolano. Si una parte de la oposición no se presentaba y otra sí, era una buena noticia", evaluó el canciller argentino.
Al respecto, detalló que "la oposición, que estaba dispuesta a ir a elecciones, anunció luego que no porque requería lo mismo que pide el Grupo de Contacto, que es una postergación de las elecciones que permita organizar en serio un comité de control o vigilancia de las elecciones, que asegure que sean limpias y transparentes. Fue rechazado por el gobierno de Venezuela, que no admite postergar las fechas".
Por último, aseguró que "el problema es complejo, pero nosotros no queremos que gane fulano o mengano, queremos que haya elecciones de las que salga la legitimación de toda la política venezolana, no sólo del Gobierno, para que empiece a enderezarse en algo la situación grave económica y social".
De esta manera, el Gobierno modificó la imagen que había dejado días atrás en el escenario internacional sobre su postura ante la crisis del país caribeño, ya que el representante argentino ante la OEA, Carlos Raimundi, había afirmado que la nación gobernada por Nicolás Maduro "ha sufrido un fuerte asedio de intervencionismo" y que "hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países", lo que había generado fuertes críticas de la oposición y de actores internacionales.
Sin embargo, tras la polémica, Raimundi había denunciado una "operación de prensa" en su contra: "Hay un informe de Michelle Bachelet, que es un informe serio, hecho inclusive en el territorio, que expresa violaciones importantes a los derechos humanos. Y la Argentina no puede desconocer los hechos ni dejar de estar sumamente preocupada por eso".
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