Cerca de 70.000 kg de residuos corresponden a la 2ª ola.
En el último trimestre, el Complejo Medioambiental de Cereceda (A Coruña) de Sogama, ha procesado 70.000 kilos de residuos sanitarios de bajo riesgo como son los trajes de protección, mascarillas o guantes procedentes de los centros que adscritos al Sergas. Esta cifra supone un 7,38% más que en los primeros meses.
Desde el primer momento el Servizo Galego de Saúde recurrió a Sogama para que fueran ellos quienes llevaran la gestión de estos residuos. Las instalaciones previamente a cargo se encontraban saturadas y sin capacidad de encargarse del tratamiento de este tipo de residuos.
De ese modo, durante el mes de mayo, Sogama, a cargo del Ministerio de Sanidad, el Ministerio para la Transición Ecológica y la Dirección Xeral de Calidade Ambiental, gestionó 65.000 kilos de residuos sanitarios. Incluso se habilitó en el Complejo Ambiental de Cereceda una instalación provisional, dónde triturar y reacondicionar esos deshechos para terminar convirtiéndolos en un combustible CDR para la termoeléctrica. Allí, a más de 850º C (temperatura que elimina cualquier patógeno) se valoriza energéticamente.
Si tenemos en cuenta lo momentos de mayor incidencia, las dos olas principales de coronavirus, se han transformado en energía casi 135 mil kilos (134.800) de residuos sanitarios. De esta manera, Sogama ha evitado que terminaran en un vertedero, algo que cada vez hay que evitar más aunque algunas comunidades, aquellas que carecen de plantas como la de Cereceda, hayan tenido que recurrir a esa opción.
Ambos tratamientos (la valorización y el vertedero) están aceptados por el Gobierno Central para hacerse cargo de estos desechos, pero sin duda, la opción preferida es la valorización, ya que su traslado a vertedero puede suponer riesgo ambiental y para la población.
En Cereceda han tenido a su disposición una línea de tratamiento para los residuos sanitarios que no está en contacto con la de residuos urbanos y el personal que la opera se organiza en turnos diferentes a los del resto de la planta. Aun así, se les ha provisto de zonas de vestuario y descanso independientes para que la posibilidad de contagio sea lo menor posible.
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