Patricia Bullrich selló un acuerdo de último momento con Rodríguez Larreta, su enemigo en la interna cambiemita. De esa foto no participó el fundador del PRO, que fortaleció su cercanía al candidato de La Libertad Avanza. Del espionaje a Melconian al último intento por entrar al balotaje.
Por: Claudio Mardones
@mcmardons
Patricia Bullrich volvió al Jardín Botánico. Apenas terminaron las PASO del 13 de agosto, cuando le ganó a Horacio Rodríguez Larreta, hubo una reunión reservada entre vencedora y vencido en ese parque casi litúrgico para el macrismo. Tres meses después de ese encuentro ambos volvieron al mismo lugar, pero esta vez para mostrar el pacto que no pudieron (o quisieron) cerrar cuando habían terminado las primarias. La candidata presidencial de JxC considera que todavía tiene una chance para no quedar afuera de un eventual balotaje y desde este sábado hasta la veda ejecutará un último operativo de unidad para consolidar el voto de la coalición opositora que hasta ahora no logra alambrar.
El miedo a seguir en el tercer lugar y sucumbir ante un duelo entre Sergio Massa y Javier Milei es el ordenador de JxC para el sprint final de la campaña. Cuando Bullrich se juntó con Larreta en agosto las heridas de la batalla interna estaban demasiado frescas. En el entorno de la exministra de Seguridad aseguraron que fue un encuentro de cordialidad sin negociaciones concretas. Sin embargo, hubo pedidos de amplitud de Rodríguez Larreta y también del radicalismo que Bullrich no contempló. Algunos aseguran que hubo reclamos de lugares para el larretismo en un eventual Gabinete y que la flamante candidata no sólo dijo que no, sino que le contestó lo mismo al expresidente Mauricio Macri que por esos días comenzó a elogiar a Milei por la victoria de las PASO y, al mismo tiempo, a mostrarse en privado como el posible armador de un eventual gabinete presidido por Bullrich. Las disputas no resultaban nuevas para una coalición opositora que hace un año creía que ganaba las elecciones y que a partir del 13 de agosto cayó en la cuenta de una debilidad que nunca pudo revertir. La interna encarnizada profundizó la fuga de votos por ultraderecha. Eran los días de una Bullrich más concentrada en ganarle a Larreta que en afrontar la desventaja que tenía con Milei.
Ahora Bullrich decidió ceder, forzada por la necesidad, pero también por la del alcalde, cuya referencia política está en franca declinación después de la derrota de las PASO. Fuentes cercanas a ambos confiaron a Tiempo que negociaron por diez días. Así retomaron los hilos que quedaron colgando del primer encuentro. La candidata anunció que compartirá con Rodríguez Larreta el armado imaginario del eventual Gabinete que no quiso diseñar junto a Macri. El expresidente viene de ofrendar nuevos gestos para disipar las sospechas en su contra por los gestos que le prodiga a Milei y porque no hace campaña contra el dirigente de la Libertad Avanza, sino todo lo contrario. Para suturar esas heridas recientes acompañó a su exministra de Seguridad por Junín y Pergamino, junto al candidato a gobernador Néstor Grindetti. A diferencia de Bullrich, el aspirante a conducir la provincia de Buenos Aires hace campaña junto a su excompetidor larretista Diego Santilli desde hace dos meses. La recorrida fue el acto inicial del último tramo de la campaña donde el operativo unidad intentará ordenar las internas y poner en segundo plano el rol ambiguo de Macri. Todavía no se disipa una sensación inquietante que se pudo escuchar este martes, durante la sesión de 18 horas que realizó la Cámara de Diputados. No hay un plan de acción para ordenar el debate interno si JxC queda afuera de la competencia después del domingo que viene. Lo único claro es que Macri podría reafirmar sus sincericidios y forzar la discusión que la Mesa Nacional todavía no sabe cómo articular en caso de que suceda el escenario más temido.
«Unidad y equipo, ésa es la línea para estos días, porque vemos una luz de no quedar afuera», confiaron en el radicalismo para celebrar el gesto «tardío» de «pragmatismo» para tratar de superar las consecuencias de la interna que los dejó detrás de Milei. La presentación de Rodríguez Larreta también fue leída como un gesto hacia Macri, pero en el PRO admiten que la única forma de acordonar el margen de daño del expresidente es que Bullrich no quede tercera este 22 de octubre. «Mauricio no tiene margen si pasamos a la segunda vuelta, o juega a fondo por Patricia o tendrá que definirse», pronostican en el partido amarillo, mientras mantienen la esperanza y se alejan por un rato del ominoso temor a la derrota y a la diáspora de JxC.
Ésa es la sensación que se respiró esta semana en JxC hasta que aparecieron indicios en las encuestas de un renovado estancamiento de Milei, una presunta pérdida de votos a favor de Bullrich y el desgaste del oficialismo por la situación económica.
Esta semana volvió a circular la versión de una nueva reunión entre Macri y Milei. Cerca del expresidente no contestaron a las consultas y en La Libertad Avanza negaron el encuentro. Las últimas expresiones de Macri a favor del candidato de ultraderecha son más que un sincericidio inoportuno, sino del rol que podría tener el expresidente si JxC empieza a crujir afuera del balotaje.
«Bullrich y Larreta demuestran nuestro argumento central de campaña. Son todos los mismos de siempre, haciendo las mismas cosas de siempre, obteniendo los mismos resultados de siempre. Bullrich con Larreta, que hace poco según ella era Massa», evaluaron desde LLA, seguros de capitalizar el efecto de esta contorsión de la candidata de JxC.
Cerca de Milei opinan que el «desperfilamiento» de la candidata genera todo lo contrario que buscan evitar en nombre del pragmatismo. El movimiento no pasa inadvertido para el candidato de ultraderecha, en una fuerza que ha decidido no hablar más de Macri para cuidarlo y preservarlo de un desgaste. Milei ya reiteró que lo sumaría a su eventual gabinete y le agradece con elogios el gesto de que no haya hecho campaña negativa en su contra.
Con Rodríguez Larreta adentro, la exministra puede sortear la soledad que ha transitado en las últimas semanas. Macri recién la acompañó este viernes en una recorrida proselitista. En el caso de la Coalición Cívica, Elisa Carrió brilla por su ausencia en el despliegue de mareting político y en el radicalismo la apuesta es dispar y sólo es sostenida por el sector del partido que mantiene una alianza con Bullrich. Ante los nuevos indicios en las encuestas avanza el último intento, con una estética donde aparecen todos los socios: desde los gobernadores electos grabando videos para los spots de la campaña, hasta los principales dirigentes de recorrida en distintas provincias, como hizo este sábado María Eugenia Vidal en Misiones.
La puesta en escena le sirvió a Bullrich para retomar la iniciativa en días aciagos que también la obligaron a ponerse a la defensiva. Tuvo que salir a defender a Carlos Melconian, nominado como ministro de Economía de un eventual gobierno de JxC. Su voz sería la que aparece en supuestos audios en los que pide favores sexuales a cambio de puestos en el Estado y también donde habría tráfico de influencias en asuntos públicos cuando Melconian era presidente del Banco Nacion en el primer tramo de la presidencia de Macri. La candidata no los negó. Primero dijo que eran armados por inteligencia artificial y después que habían sido editados. En el PRO sostienen que el escándalo no afectó a Bullrich. Lo que más inquieta es de donde salieron, porque serían escuchas ilegales en los años donde la Agencia Federal de Inteligencia estuvo conducida por Gustavo Arribas y funcionaron grupos inorgánicos que siguieron a dirigentes opositores y del PRO.
Si esa posibilidad se confirma, la presunta filtración contra Melconian parece un mensaje directo para Bullrich que fue ministra de Seguridad cuando esos grupos operaban en la AFI. Una especulación que circula en el partido amarillo sostiene que sería un vuelto de los que ejecutaron esas funciones desde el grupo «Super Mario Bros». En el discurso oficial de los exfuncionarios de Macri es un grupo que actuó por cuenta propia. Los malheridos, procesados por la Justicia, aseguran que cumplieron órdenes. El fantasma de las traiciones internas ejecutadas en forma ilegal desde el aparato estatal de inteligencia reapareció desde que comenzaron a circular los audios.
«El papel que tuvo en el debate, la locura de Milei y la situación de la economía para el Gobierno le vuelven a dar una oportunidad impensada a Patricia, porque todo venía muy mal. El contexto la vuelve a poner en la cancha. Pueden haber más anuncios, pero lo más potente es sumar a Horacio porque hay que llegar al 30 por ciento para intentar entrar al balotaje», confiaron en el PRO para explicar la necesidad de consolidar el voto propio que no logran contener todavía, con el último tramo de la campaña encima. Los entusiasma una situación de paridad que podría complicarse más si Bullrich vuelve a deshilacharse. Para ampliar la apuesta esta semana podría mostrarse con el gobernador jujeño y titular de la UCR, Gerardo Morales y el exsenador Miguel Pichetto. Los nominaría como eventuales ministros de Producción y de Defensa.
Última semana de campaña
El tramo final de la campaña combinará feriado y semana corta. Luego de la recorrida que hizo este sábado por Mar del Plata, Javier Milei cerrará este lunes la campaña bonaerense en Lomas de Zamora, junto a la candidata a gobernadora Carolina Píparo. El miércoles concluirá la presidencial en el estadio cerrado Movistar Arena de Villa Crespo. Su competidora de JxC, Patricia Bullrich, hará una serie de cierres distritales. El lunes estará en la Ciudad junto al candidato Jorge Macri y el alcalde Horacio Rodriguez Larreta. El martes visitará Mendoza, San Luis y San Juan, el miércoles volverá a Córdoba y seguirá por Santa Fe. El jueves, antes de la veda, estará en Lomas de Zamora y después en Lanús, distrito que gobierna Néstor Grindetti, aspirante a la gobernación bonaerense de JxC.
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