Así lo explicó su defensa en el comienzo de los alegatos en el juicio por los sobornos en la Cámara Alta durante el gobierno de Fernando De la Rúa, que es uno de los imputados.
La defensa liderada por el abogado Hugo Wortman Jofre aseguró que su defendido "dijo la verdad" sobre el pago de las supuestas coimas y que "tomó la decisión más importante de su vida" cuando confesó los hechos que lo tienen como protagonista al ex mandatario de la Alianza.
"La fe de los conversos mueve montañas y él está tranquilo con su conciencia y puede vivir en paz, dejó la política rentada como actividad de vida, formó pareja con el amor de su vida y dejó de tener temor a que sus hijos descubrieran por otros medios su rol de valijero", dijo el letrado.
"Debió reconocer un obrar contrario a la ley, su doble vida familiar y un probable castigo que sería terminar en prisión", aseguró el abogado a los integrantes del tribunal.
Mientras el abogado exponía, en la sala de audiencias seguía atentamente el alegato la actual pareja de Pontaquarto, Alcira, a quien el letrado definió como el "amor" de la vida de su defendido.
Pontaquarto tenía que romper con "los que lo habían usado y descartado". "Pasó de ser objeto de la política a ser un sujeto merecedor de escucha y respeto y nunca se lo defraudó, lo ayudamos y lo seguimos haciendo, continuó el letrado su relato".
Luego sintetizó que Pontaquarto "habló por hastío moral, por el peso de su conciencia, el relato no le fue arrancado y está convencido".
Además de De La Rua y Pontaquarto son juzgados el ex secretario de la SIDE Fernando de Santibañes, los ex senadores Alberto Tell, Remo Constanzo, Augusto Alasino y Ricardo Branda y el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique.
Hoy comenzó su exposición la defensa del ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto, quien habló hoy sobre el relato "certero" del acusado y de la "convicción" que lograron los investigadores por su declaración. "Nadie puede discutir su amplia colaboración con la justicia", sostuvo el letrado.
El juicio se retomó hoy luego de que el 20 de septiembre pasado la Oficina Anticorrupción (OA) acusó al ex presidente de haber instigado el pago de sobornos a senadores para que aprobaran en abril de 2000 la ley de reforma laboral y pidió que sea condenado a seis años y seis meses de prisión por los delitos de peculado y cohecho activo agravado.
La OA también pidió para el arrepentido Pontaquarto un año de prisión al considerar como un atenuante su confesión y que tenga una pena única de tres años de cumplimiento en suspenso por una condena anterior.
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