El gobierno critica la impunidad por el atentado a la AMIA y reivindica el gobierno de Carlos Menem, el principal responsable del encubrimiento. Nacionalismo de salón con Francia. Y los impuestos de Caputo
Por Luis Bruschtein.
En vez de hablar de la ominosa impunidad por el atentado terrorista contra la AMIA, se atacó a feministas, a Bolivia, a la Cruz Roja, UNICEF y a los organismos de derechos humanos. El gobierno echó a un funcionario porque “iba a sobarle la quena a alguien”, según una diputada. El gobierno que prometió bajar impuestos ahora amenazó a los ahorristas a punta de impuestos para que vendan sus dólares. Karina Milei se disculpó ante el embajador francés por el exabrupto de la vicepresidenta a pocos días de la visita que realizará el presidente a ese país invitado por Francia. Opera Bufa argentina.
El gobierno libertario se referencia con el de Carlos Menem al punto que designó a varios familiares del expresidente en puestos de responsabilidad. Al cumplirse treinta años del sangriento atentado contra la AMIA, el orador oficial, y el mismo presidente Javier Milei hablaron de impunidad. No se entiende entonces la reivindicación del gobierno que ha sido el principal responsable de esa impunidad.
La Corte Interamericana de Justicia acaba de reconocer la responsabilidad del gobierno argentino por el encubrimiento en la investigación del atentado. El gobierno menemista fue responsable de esa acusación.
Se encubre algo que se quiere ocultar y se quiere ocultar algo que involucra o acusa. Resulta contradictorio criticar la impunidad en el atentado y reivindicar al gobierno que por algún motivo encubrió a los autores. Habría que investigar el motivo de ese encubrimiento y es probable que se pueda deducir la identidad de los autores materiales e intelectuales.
El titular de la AMIA, Amos Linetzky, centró su discurso en la crítica a quienes, según su criterio, no repudiaron los ataques de Hamas en Israel, del 7 de octubre pasado. En realidad, el repudio internacional fue muy fuerte por los objetivos civiles de esos ataques y por el secuestro de civiles. Lo que Linetzky estaba criticando en forma indirecta, era la denuncia por parte de esos organismos por el infierno inhumano que desató el gobierno de Benjamín Netanyahu sobre la población civil palestina en la Franja de Gaza.
La investigación del atentado fue cedida a los servicios de inteligencia, la SIDE, la CIA y el Mosad. Fue un error. Los servicios de inteligencia extranjeros usaron la investigación en función de sus intereses geopolíticos. Y en este momento, las únicas hipótesis sobre el atentado, provienen de esos servicios. Y aunque esas hipótesis elaboradas por la CIA y el Mosad, --que en general apuntan a Irán--, fueran ciertas, no tienen prueba judicial, o sea: no se puede comprobar nada de lo que se afirma. Y de esa forma siempre habrá dudas.
En esa situación brumosa, la causa se ha prestado a manejos políticos internos e internacionales como la denuncia del fiscal Alberto Nisman y su posterior suicidio convertido en un falso crimen. Ambas situaciones fueron usadas por Netanyahu como centro de su campaña contra los acuerdos entre Estados Unidos e Irán que motorizó Barak Obama.
Sin entrar en el complejo escenario geopolítico de Medio Oriente, el parlamento israelí acaba de votar en contra de la existencia de un Estado palestino. De esta forma borraron la llamada solución de los dos Estados, que ha sido la única que propuso una solución que no implique la masacre de palestinos o de judíos.
Pero la dirección de la AMIA no representa a toda la colectividad judía argentina. Familiares de las víctimas del atentado agrupados en Memoria Activa y en la asociación APEMIA han tratado que la investigación no sea orientada exclusivamente por intereses geopolíticos y que se mantenga en el marco del atentado.
Otro incidente internacional se creó a partir de un festejo del seleccionado de fútbol por la Copa América. El próximo 25 de Julio, el presidente Javier Milei fue invitado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron a participar en la inauguración de los Juegos Olímpicos. En el festejo trataron de recordar todos los cantitos de cancha sobre las victorias del equipo. Cantaron decenas y una de ellas estaba referida en términos discriminativos al seleccionado francés.
El festejo se hizo viral y seguramente hubiera motivado una queja de la asociación de fútbol y un pedido de disculpas del jugador (como ya sucedió) que no tiene antecedentes de discriminador. Pero fue tomado por las internas del gobierno. El subsecretario de Deportes, Julio Garro, el funcionario que respondía a Mauricio Macri en el gobierno libertario, pidió públicamente que el jugador y el capitán del equipo, Lionel Messi, se excusara. Algunos afirman que lo hizo por sugerencia del secretario de Deportes, Daniel Scioli.
Este gobierno, que ha manifestado su seguidismo con respecto a la OTAN y Estados Unidos y que está desbaratando la estrategia diplomática argentina por el reclamo de las islas Malvinas, solamente puede usar el nacionalismo para hacer demagogia. Es evidente que en cuanto ponga la palabra “colonialismo” en un comunicado se ganará la inquina de los que busca como aliados, que han sido o son todos colonialistas.
El presidente le pidió la renuncia a Garro, al reproducir un hilo en X, donde se afirmaba que los jugadores no debían excusarse ante ningún “colonialista”. La diputada oficialista Lilia Lemoine se alegró por su despido porque “iba a sobarle la quena a alguien”. La vicepresidenta Victoria Villarruel ya había difundido otro largo mensaje en el mismo tono “anticolonial”.
Todo resulta absurdo en un gobierno que no ha mostrado ninguna reacción ante el emplazamiento del colonialismo británico que sufre en su propio territorio. Y más absurdo si aceptó la invitación del presidente del país colonialista en cuestión para viajar dentro de unos días.
Pero el incidente demagógico-futbolero fue agravado por la visita silenciosa de un grupo de seis diputados oficialistas al culpable del secuestro de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet. Los diputados oficialistas, cercanos a la vicepresidenta, se reunieron con Alfredo Astiz y otros genocidas en la cárcel de Ezeiza para encontrar una fórmula que les permita liberarlos.
En Francia tuvo mucha resonancia la desaparición de las monjas francesas, secuestradas por un grupo de la ESMA encabezado por Astiz. Las monjas fueron torturadas y luego arrojadas al océano en los vuelos de la muerte. La visita de los diputados libertarios, llevados por un chofer y un vehículo oficial de la Cámara de Diputados, constituyó también un agravio para el gobierno francés.
Según Villarruel, Milei es un “jamoncito” entre ella y la hermana Karina. El mensaje demagógico de la vicepresidenta contra Francia fue aprovechado para una sobreactuación de la hermana presidencial, que se presentó en la embajada de Francia para excusarse. “Lo de Villarruel fue a título personal y no como vicepresidenta” explicó después el vocero. Más sincero hubiera sido decir que en realidad Villarruel no cree en lo que escribió y por eso es vicepresidenta de este gobierno.
Hay un rasgo grotesco en todo lo que hace el gobierno, como pelearse con sus socios comerciales, con China y Brasil o, como en este caso, con el presidente que acaba de invitarlo a visitar su país. Pero lo más grotesco de la semana fue cuando Caputo dijo que van a presionar a la gente con los impuestos para secar la plaza de dinero y obligarla a vender sus ahorros en dólares. Prometieron que bajarán impuestos, y ahora dicen que son la solución para sacarles plata a la gente.
Comentá la nota