De acuerdo con activistas, las detenciones y "secuestros" son realizados por las fuerzas de seguridad del mandatario y los shabihas, asesinos contratados por el régimen que hacen redadas indiscriminadas en diversos barrios de la capital.

En muchos casos, denuncian los opositores, el objetivo de las detenciones es la ejecución de los prisioneros.

Por otra parte, ayer hubo nuevos bombardeos contra distintas localidades del país que dejaron más de 60 muertos. La agudización de la violencia coincidió con la salida de Damasco de los últimos observadores de la ONU, después de que fracasara la misión encabezada por Kofi Annan, que buscaba poner fin a la guerra civil..