Comenzó su militancia a los 18 años, en la facultad de Humanidades de la UNLP, meses antes del estallido económico y social de diciembre de 2001. Hoy, a sus 34, es el primer precandidato a concejal por Izquierda al Frente. Y en medio de la contienda electoral, no se calla nada. En diálogo con Infoplatense, Eric "Tano" Simonetti se despacha con críticas para todos (y todas): Dice que Julio Garro es un ajustador y un empobrecedor de sus propios trabajadores, que Pablo Bruera es el responsable de la inundación del 2 de abril de 2013 y pone en duda la militancia de Victoria Tolosa Paz.  Además de sus agudas opiniones sobre sus adversarios, Simonetti cuenta por qué sueña con ganar la elección: "Quiero ir al Concejo para que los trabajadores tengan un trabajador que los represente", resume.

-¿Qué tiene Izquierda al Frente que les falta a las demás listas opositoras?

-Randazzo estuvo guardado este año y medio de gobierno, no denunció el ajuste, no denunció que Macri gobierna para los ricos. Pero ahora en campaña electoral sí lo hace. Massa también lo denuncia, Cristina (Kirchner) lo denuncia y desde la izquierda también lo denunciamos, pero nosotros decimos lo que no plantea ningún candidato. Creemos que hay que invertir las cosas: El ajuste que están pagando los trabajadores, lo tienen que pagar los empresarios. Hay que afectar la ganancia de los más poderosos, de las grandes empresas, de las multinacionales, de las mineras, de los hipermercados, de las constructoras como Dacal y de todos esos grupos económicos que están muy contentos con el gobierno de  Macri, porque están aumentando sus ganancias. Eso nos diferencia, eso es concreto. Si falta plata para construir viviendas, que haya un impuesto – acá en La Plata, por ejemplo- a las empresas Building y a Dacal. Que los sectores que especulan lo paguen.

-¿Qué aporta tu candidatura en este espacio?

-Yo soy docente, en mi lista hay delegados sindicales de ATE que siempre están luchando en la calle; hay compañeros de YPF que siempre están peleando por el salario; en mi lista hay luchadoras como Lorena Galle, familiar de las víctimas del cuádruple femicidio de La Loma que siempre está con las mujeres víctimas de violencia; hay compañeros referentes de la lucha estudiantil. Nosotros, los de abajo, que somos el 99 % de la población, no queremos que la población vote a los candidatos de los patrones. Queremos votar a los candidatos trabajadores. Mi compañera, Manuela Castañeira, que encabeza nuestro frente, es socióloga, es trabajadora no docente de una universidad.  Y yo, si soy concejal, no voy a dejar de trabajar de docente. No quiero un cargo en el Estado para hacer carrera política, cobrar un sueldo y quedarme ahí para toda la vida. Quiero ir al Concejo para que los trabajadores tengan un trabajador que los represente.

-¿Qué te diferencia del resto de los candidatos?

-Mi recorrido. Igual que la mayoría de los platenses, yo no conozco la militancia que Tolosa Paz ha tenido, si es que alguna vez la tuvo. La conocí en los últimos meses con los carteles de la calle. Ahí hay una cuestión que es interesante de analizar. ¿Cómo alguien que vive junto a los ricos y que pertenece a esa clase; que vive en un country junto con Garro y Dacal puede beneficiar a los trabajadores? Además, en las listas de Tolosa Paz está camuflado el bruerismo y la burocracia sindical. Por ejemplo: está el  ex secretario de seguridad de Bruera. Entonces, que sepan los platenses que si votan a Tolosa Paz, van a votar al grupo político de Bruera, que es uno de los responsables de la inundación del 2 de abril. Los trabajadores y los estatales tienen que saber que, votando a Tolosa Paz, votan darle más poder político a esta dirigencia sindical que está acordando salarios a la baja con María Eugenia Vidal.

El concejo, Garro y Bruera

La conversación entre Infoplatense y Eric Simonetti transcurre un lunes, cerca del mediodía, en el primer piso de la casona de Synergia, en 4 y 53. El candidato llega puntual, acompañando por una de sus asesoras de campaña. En el inicio de su charla con este medio, el Tano cuenta que inició su militancia en el año 2001, mientras cursaba la carrera de Filosofía. Recuerda aquel momento con las complejidades de los meses previos al estallido económico  y social de diciembre y rememora que fue parte de las marchas de antorchas de los viernes y que participó activamente de la toma de la facultad.  

Desde entonces, dice, su militancia no se detuvo. En 2004 formó parte del Frente Popular Darío Santillán y luego, en 2011, se sumó al nuevo MAS, fuerza por la que, en 2015, presentó su candidatura a intendente. Además, como profesor de varias escuelas secundarias de La Plata, algunas en Los Hornos, se transformó en delegado sindical y acompañó año tras año la lucha docente.

Ahora, con 34 años, Simonetti aspira a tener una banca en el Concejo, un lugar en el que hoy "se discuten boludeces": "Cuando se reúne el concejo tratan si vamos cambiar la fuente de 7 y 32. Nunca se aprueba una normativa que diga que hay que hacer un plan de vivienda para toda la periferia de la ciudad, que van a aumentarle el sueldo a todos los municipales para que nadie cobre menos de la canasta básica o que van a construir refugios para mujeres víctimas de violencia. Esas noticias no existen en la ciudad de La Plata", denuncia.

La opinión de Simonetti sobre la actividad del Concejo no difiere de lo que piensa sobre el intendente Garro, al que define como un "empobrecedor y ajustador de sus propios trabajadores". También asegura que el intendente no tiene gestión propia, que intenta imitar -sin éxito- la gestión de Macri como jefe de gobierno porteño y que, además, disfraza la ciudad con "cosas lindas" para ocultar un trasfondo de crisis:  "En el centro ponen semáforos, arregla las sendas peatonales, iluminan un poquito una plaza, pero en la periferia todos los problemas se agravan".

-¿No ves alguna mejora en este año y medio de gestión?

-No. Garro no solucionó ningún problema estructural de la ciudad. Y, desde el punto de vista de la gestión municipal, no hay ninguna diferencia con Bruera. La única diferencia es política, porque Garro es el aplicador del ajuste de Macri. Esa es la definición principal. Pero Bruera dejó muchísimo que desear. En términos políticos la diferencia es la aplicación de una ciudad cada vez más en beneficio de los ricos. Por eso lo que hay que hacer es un giro de 180 grados. Porque Garro tiene elementos de continuidad y de ruptura respecto de Bruera: Lo que tiene de continuidad es malo y lo que tiene de ruptura es peor.

El panorama nacional y sus expectativas para estas elecciones

Simonetti es platense. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional. Es hincha de Estudiantes, aunque, confiesa, no es fanático del fútbol. Es docente de Filosofía en varios colegios secundarios de la ciudad, donde, cuenta, sus alumnos le preguntan cada vez más seguido cómo "pelear un aumento de sueldo a sus patrones". Así combina sus días entre la docencia y su rol como delegado de SUTEBA.

Como profesor, transita por las aulas del Liceo Víctor Mercante, en la secundaria 11, en la escuela 8 y en la técnica 3, de Los Hornos. "Mi vida pasa por la docencia, trabajo de eso, vivo de eso, ese es mi salario", resume.  

Es en esos espacios donde Simonetti toma contacto con los más jóvenes que, asegura, son lo más disconformes con la gestión de Mauricio Macri. Dice, además, que en estas elecciones se va a saber si el presidente se va a convertir  en "Menem o  De la Rúa" y explica que, de ser derrotado en las urnas, el oficialismo perderá la legitimidad política que necesita "para aplicar el ajuste que se viene después de las elecciones de octubre, que va a ser similar al ajuste de Temer en Brasil. Eso traería una respuesta social muy elevada. Ahí aparece el fantasma social del 2001, pero, por suerte, el nivel de organización de la clase trabajadora de Argentina es muy alta", describe.

Finalmente, Simonetti se muestra esperanzado respecto del resultado que Izquierda al Frente podrá obtener en los comicios de Agosto: dice que esta generación entiende que la desigualdad es responsabilidad de los más poderosos y que la juventud está rompiendo los moldes de los partidos tradicionales:  

"Hay un tiempo histórico nuevo en el mundo: el desprestigio del neoliberalismo, del capitalismo y la juventud tiene ideas políticas nuevas; que todavía no son ideas como las de la década del 70, pero empieza a vislumbrar que hace falta una sociedad distinta. Hay una nueva conciencia política. Empieza un proceso, un proceso que se empieza a expresar. Eso en los 90 no pasaba. Era un momento de retrocesos políticos. Eso lo palpamos. Y probablemente se exprese un crecimiento electoral. Además notamos como se suma la gente a la militancia nuestra".