En la semana hubo dos hechos difundidos que reflejan la intención del intendente de desplegar una estrategia dialoguista. Otros movimientos fueron realizados con mayor discreción. El equilibrio entre mantener un perfil opositor y construir para llevar adelante la gestión.
Por: Pablo Spinelli
La intención del intendente de La Plata Julio Garro de tender puentes que lo vinculen con los gobiernos nacional y provincial se vio reflejada en los últimos días, en los que el propio mandatario o algunos de sus funcionarios tuvieron contactos que afectan a los temas importantes de la gestión, como las obras públicas, la lucha contra el hambre, la seguridad y las políticas de transporte público. Algunos fueron en público y tuvieron cobertura mediática, otros se realizaron con mayor discreción, pero todos suman en un mismo sentido y en las oficinas municipales hay un moderado optimismo.
La faena requiere cierto equilibrio para que su rol dentro del escenario interno bonaerense de Juntos por el Cambio no se vea afectado: el platense, junto a otros intendentes de peso como Jorge Macri de Vicente López o Guillermo Montenegro de General Pueyrredón, aparecen como la referencia de la nueva oposición.
Fue Garro quien inauguró la saga de contactos difundidos cuando encabezó la delegación platense que tuvo el primer encuentro bilateral a solas con un ministro del gobernador Axel Kicillof. Fue con el de Infraestructura y Servicios Públicos Agustín Simone y la agenda incluyó temas sensible para el palacio de calle 12: las obras que están empezadas y paralizadas por cuestiones presupuestarias.
Pero antes y después de eso hubo contactos tan relevantes aunque menos difundidos, muchos de ellos producto de relaciones políticas previas, vinculadas con la trayectoria de Garro en otros espacios, como Unión PRO. Los ministros Daniel Arroyo (de Desarrollo Social), Gabriel Katopodis (Obra Pública) y Mario Meoni (de Transporte) son valorados como nexos importantes en esa búsqueda de encuentros. Con todos ellos o con allegados ya ha habido reuniones, en algunos casos fueron citas mano a mano, o contactos preliminares.
Pero también ha habido vínculos con el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni y con gente de los propios presidente Alberto Fernández. En el gabinete municipal se resalta el buen diálogo que se ha tenido en los dos primeros meses de gobierno (tanto con Nación como con Provincia), pero se modera el optimismo. Advierten que esperan que esto se plasme con acciones concretas vinculadas con la gestión.
LO VISIBLE
El encuentro con Simone, responsable de la obra pública bonaerense, fue el primero que se hizo público. En la charla hubo compromisos que generaron satisfacción como la conclusión de algunos accesos importantes a la ciudad, como la avenida 66 en Los Hornos, el Camino Centenario a la altura de Villa Elisa con la idea de que se avance con las mejoras hasta al el distribuidor Pedro Benoit y la avenida 600 en la zona cercana a Arana. También hay temas por resignar como el proyecto de ensanche de la avenida 19, pensado para agilizar el tránsito y el ensanche de la avenida 31 entre 514 y 520.
De ese encuentro surgió la necesidad de presentar nuevos proyectos de obra para incluir en el la carpeta para el nuevo FIM (Fondo de Infraestructura Municipal). El nexo con la Provincia por esos temas será la ministra de Gobierno Teresa García.
Algunos días después el contacto fue con el gobierno nacional y la puerta de entrada fue el Frente Renovador. Podría leerse que esa reunión fue uno de los primeros frutos de la decisión del intendente de abrir su gabinete al peronismo en el inicio del segundo período de gestión. Fue a través del dirigente camionero, ex concejal opositor y flamante secretario de Transporte municipal, Miguel Forte. Estuvieron en esa cita dos referentes del Frente de Todos: el diputado nacional Facundo Moyano y el massista platense José Ramón Arteaga, ex concejal que recientemente asumió como director ejecutivo de la Comisión Nacional Regulación del Transporte (CNRT).
El tema que emergió del encuentro fue un respaldo de La Plata al proyecto del hijo de Hugo Moyano para imponer la tolerancia cero al alcohol al volante. También se plantearon otros temas relacionados con la seguridad en el transporte. Pero el producto más valuado y menos tangible es político: la apertura de algunas puertas que faciliten el diálogo con el gobierno nacional.
La siguiente parada fue en la presentación del Consejo Regional del programa Argentina Contra el Hambre que se realizó el jueves con la UNLP como anfitriona. Era un compromiso que podía resultar incómodo por las críticas previsibles contra la administración de Mauricio Macri en un escenario dominado por una adversaria de la política local como es Victoria Tolosa Paz (presidenta del Consejo Federal de Políticas Sociales) y donde habría masiva presencia del Frente de Todos.
La enviada fue la presidenta del Concejo Deliberante Ileana Cid, quien firmó el convenio para coordinar la entrega de las tarjetas alimentarias en el distrito. La concejala se sentó en la mesa principal pero también estuvieron presentes otros dirigentes del oficialismo platense. Los discursos trazaron el complicado cuadro de nutrición que atraviesan bastos sectores de la población pero la actitud de Cid fue la de acompañamiento.
Según confiaron allegados del intendente los encuentros seguirán en las próximas semanas y es objetivo de Garro consolidad todos los puentes que puedan tenderse.
Aunque menos político, un dato que surgió durante la semana que termina es relevante para el equipo económico platense: La Plata mantuvo (y mejoró algunas décimas) su posición en el reparto de la coparticipación provincial, un coeficiente producto de un cálculo en base a variables que no parecen cuestionables pero que de todos modos suelen generar reacciones de los intendentes que se sienten perjudicados. Por el momento ese no pareciera ser la situación del jefe comunal platense.
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