Seis dirigentes del kirchnerismo aún mantienen sus aspiraciones de ser precandidatos a Intendente del FPV y enfrentar a Katopodis en las PASO. Después de cuatro días, este miércoles se vuelven a reunir para avanzar en una lista de unidad. El pesimismo en lograrlo reina en la mayoría de ellos, mientras algunos abren vías de comunicación con el Intendente.
Por Gonzalo Cores
Todos destacan que juntos, tienen chances de ganarle en las PASO del Frente para la Victoria a Gabriel Katopodis. En eso, coinciden todos los dirigentes kirchneristas de San Martín, pero la mayoría de ellos son pesimistas en poder lograr esa lista de unidad.
“El agua no llegó aún a San Martín”, decía el martes al mediodía un concejal kirchnerista de San Martín, en referencia al “baño de humildad” que un mes atrás pidió Cristina Kirchner y con el cual una docena de precandidatos a Presidente y Gobernador desistió de sus aspiraciones.
El 9 de agosto, en los cuartos oscuro de San Martín, el FPV tendrá al menos dos boletas de precandidatos a Intendente. Una estará encabezada por Katopodis, quien la semana pasada regresó al espacio. La otra, por un kirchnerista puro. Pero nadie garantiza que este sector K presente una lista de unidad. Si eso no se logra, el oficialismo de San Martín ya se haría “los rulos” para ganar cómodamente esa interna.
En el kirchnerismo duro hay seis dirigentes con la intención de presentarse. Hernán Letcher, apoyado por La Cámpora y de buena relación con Andrés “el Cuervo” Larroque. Alejandro Phatouros, respaldado por el Peronismo 2020 que lidera la ministra Alvarez Rodríguez y el intendente de Quilmes "Barba" Gutiérrez.
El médico Héctor Lanza, hombre de confianza de la ministra Alicia Kirchner. Germán Cervantes, que ocupa el segundo lugar de jerarquía en la ANSES liderada por Diego Bossio. Magdalena Gagey, impulsada por un sector de Kolina. Y el ex concejal Alejandro Battaglia, quien asegura ser el único apoyado por Florencio Randazzo.
En las sucesivas reuniones que organizan los sábados, hasta ahora no lograron que ninguno se pegue una ducha de humildad. Por el contrario, algunos de ellos endurecieron sus posiciones y confían en que la bendición de arriba, o las encuestas, lo ayuden a ser el “candidato de la unidad”.
Fuentes con llegada a Casa Rosada opinan que La Cámpora digitará todas las listas de diputados. La idea es poblar de dirigentes de confianza, más bien jóvenes, que garanticen a futuro “la herencia K”.
Las listas provinciales también serán armadas por La Cámpora, en cada una de las secciones electorales de Bueno Aires. Pero, ¿qué pasará con la de los municipios? ¿Se puede lograr también un seguimiento fino y punzante en cada una de las listas de los distritos?
En los comicios legislativos de 2013, La Cámpora bajó la línea desde la Rosada y definió que la lista oficial en San Martín sería encabezada por Letcher, y todo “Unidos y Organizados” se alineó detrás del economista. Pero en el distrito surgió otra lista, más vinculada al PJ, encabezada por Phatouros, quien debió sobrepasar varios intentos de ser bajado. Esa “rebeldía”, ¿la podrá repetir otro u otros dirigentes en 2015?
“Algunos pensamos que será muy, muy difícil ganarle al aparato municipal, entonces la pelea pasa por otro lado. Si el kirchnerismo duro presenta un solo precandidato, aunque pierda con Katopodis, luego de las elecciones quedará como el jefe político del espacio”, reflexiona uno de los aspirantes. Otro, agrega: “Todos sabemos que de esos seis precandidatos, sólo hay dos que endurecerán su posición para presentarse sí o sí. Pero aunque se pongan duros, si su jefe político les pide que se bajen porque tienen que cerrar algo arriba, se bajarán sin chistar”.
La última reunión entre estos seis precandidatos fue el sábado pasado, en el Club Sarmiento. Estuvieron acompañados por uno o más hombres de su confianza. Por ejemplo, Oscar “el Mono” Bitz acompaña a Phatouros, quien, a pesar de ser el candidato del Gobernador, una parte del gabinete provincial cerró con Katopodis.
Este martes se iban a reunir a la noche, pero se pospuso para el miércoles. El último encuentro será seguramente el sábado, horas antes del cierre de listas. Todos coinciden en la dificultad de organizar esas reuniones, por la agenda apretada de algunos y el veto de otros a ciertos dirigentes que pretenden participar pero son señaladas como “las orejas” del oficialismo local. “Los encuentros se terminan de definir media hora antes, y por mensajes de texto”, afirman.
La armonía no reina entre los dirigentes K. Cuentas pendientes políticas y personales pesan entre ellos, y aunque se logre la tan ansiada lista de unidad, no todas las agrupaciones pondrán la misma energía en militarla. “El ambiente se caldeó más el sábado a la noche, después de que se difundiera la encuesta mentirosa de Télam”, confiesa uno de los seis.
Aunque las reuniones por ahora no son diarias, sí son permanentes los encuentros bilaterales o los llamados telefónicos. Tantas son las comunicaciones, que algunos de ellos, como Cervantes y Gagey, también mantuvieron diálogos con el katopodismo.
Si el kirchnerismo duro se sintetiza en una o dos listas, la pelea luego será por la nómina de concejales. Allí tomarán más protagonismo las agrupaciones que conformaban “Unidos y Organizados”.
Otro de los argumentos para reducir el número de listas se relaciona con la operatividad durante la jornada electoral. Si el kirchnerismo presenta dos precandidatos a Presidente y dos a Gobernador, y en San Martín hay finalmente tres o cuatro aspirantes, podría haber hasta 16 boletas del FPV en las PASO de agosto. Las postulaciones distritales estarían enganchadas a todas las combinaciones posibles en los niveles de Gobernador y Presidente. “Será un despilfarro de plata y un quilombo para la fiscalización”, afirmó un operador K de San Martín.
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